
La situación
Y tú más
Y ahora, llegados a 2025, cada «y tú más» puede engordar la lista de diputados de Vox
Como dicen ahora los castizos, si alguien se toma un chupito cada vez que un político echa mano del «y tú más», la borrachera estaría asegurada. La matraca resulta irritante, la utilice quien la utilice, y solo demuestra que el problema de la corrupción es tan grave, que no podemos descartar lo peor: que sea sistémico.
El PSOE lee la retahíla de escándalos del PP cada vez que el PP enumera la lista de escándalos del PSOE. Y ahora, con las andanzas judiciales de Cristóbal Montoro, es el PP el que lee la retahíla del PSOE, cuando el PSOE se lanza a la yugular de Feijóo por este escándalo que, siete años después, es casi una supuesta corrupción arqueológica.
El problema es la consecuencia que tiene el infame «y tú más». En una primera apreciación, cuando alguien le dice «y tú más» a otro, lo que hace en realidad es un implícito reconocimiento de que «yo también». Y es, además, la autoconcesión de un salvoconducto para el delito porque, dado que el otro comete tropelías, yo también tengo derecho a robar, y el otro ladrón no tiene derecho a acusarme de lo que él mismo hace. Es, en cualquier caso, una confesión de delito.
Pero el problema es más profundo, porque esta lucha destructiva entre los dos grandes partidos ya provocó a partir de 2015 el crecimiento exponencial de Podemos contra el PSOE, y de Ciudadanos contra el PP. Y ahora, llegados a 2025, cada «y tú más» puede engordar la lista de diputados de Vox.
El PSOE sanchista cometería un error estratégico si intentara perjudicar a Feijóo dando combustible a Abascal. El PP marianista ya se equivocó hace diez años, tratando de perjudicar a Pedro Sánchez dando combustible a Pablo Iglesias. Estas operaciones de ingeniería política creativa tienden a salir mal, y derivan en catástrofes a medio y largo plazo. La prueba la tenemos en un parlamento en el que están representados más de veinte partidos y partiditos, lo que provoca gobiernos débiles y legislaturas ingobernables en las que todo depende de un prófugo que escapó a Waterloo.
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