Sin Perdón

Una microscópica remodelación

«Tras lo de Gómez, Patxi López puede aspirar a ser ministro, con una cierta

confianza de éxito»

La realidad es que con un gobierno sobredimensionado hay que ser precisos a la hora de definir la remodelación que ha hecho Sánchez. Es, simplemente, «microscópica», aunque podemos decir «mini», pero este término he decidido reservarlo para ejecutivos con un número menor de ministros. En este sentido, me recuerda a la película «Ant-Man», que está basada en el hombre hormiga, el superhéroe más minúsculo del Universo Marvel. Con la legislatura finalizada, me pregunto qué comparecencia harán en el Congreso para exponer las líneas maestras de su mandato. Lo mejor es que no hagan nada, porque sonará a cachondeo. La parte positiva es que pasan a formar parte de la escogida élite de españoles que pierden su nombre y apellidos para llamarse ministros. Sánchez premia la lealtad de Héctor Gómez, que es el único que conozco. Me cae simpático y le tengo afecto, aunque hace tiempo que no coincido con él. Es la confirmación de que en el «Universo del Sanchismo», aunque solo cuenta con un único superhéroe, existen premios y castigos. Con respecto al nuevo ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, algún plan tendrá el presidente del Gobierno, porque no se trata de una recompensa por los servicios prestados.

Entre los que pueden estar contentos se encuentra Patxi López, porque se le abre un horizonte muy gratificante en su carrera política. Gómez era su antecesor y él ya puede aspirar a ser ministro, con una cierta confianza de éxito, si el frente de izquierdas e independentista consigue una mayoría suficiente tras las elecciones generales. A Patxi ya no le incomodará que le apoyen los filoetarras. Todos recordamos la famosa frase atribuida a Groucho Marx: «Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros». A los nuevos ministros les corresponderá despachar los asuntos ordinarios, gozar de un merecido descanso y hacer mítines electorales, que siempre gusta a los políticos. Desde el primer momento estuve convencido de que la remodelación sería microscópica, porque se limitaría a Darias y Maroto. Esta última camina con paso firme y una cierta alegría hacía despeñadero madrileño, donde no sobrevive ningún dirigente socialista. En cambio, todo indica que Darias será alcaldesa de Las Palmas. Ni Sánchez lo puede tener todo en la vida y Madrid es el agujero negro del PSOE.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)