Canela fina
Un millón de jóvenes con León XIV
«La izquierda y la extrema izquierda están que braman ante el espectáculo en Roma de más de un millón de jóvenes y 146 países en torno al Papa»
«Venid a mí todos los que trabajáis y sois honrados y yo os premiaré». Más de un millón de jóvenes, de 146 países, rodearon en Roma a León XIV en una manifestación religiosa deslumbrante. Una buena parte de los periódicos impresos, hablados, audiovisuales y digitales, de la izquierda y la extrema izquierda, han ejercido su derecho a la libertad de expresión esforzándose por ningunear la gigantesca manifestación. El diario español de centro izquierda, por excelencia, llevó el acontecimiento a su página 24 para dedicarle dos columnitas menores.
Y no. Si ciertamente la descristianización de Europa avanza desde hace ya demasiados años, la fe católica permanece con una fortaleza que a todos sorprende. El Sumo Pontífice alentó al millón largo de jóvenes que le rodearon en Roma a hacer un mundo mejor sobre las bases de un cristianismo de nuestra época. No existe partido político ni organización cultural ni institución religiosa que sea capaz de congregar a representantes de casi 150 naciones y a más de un millón de jóvenes. El éxito de la Iglesia Católica y del nuevo Papa puede calificarse de incontrovertible. Como es la verdad la que nos hace libres, habrá que dejar constancia del espectáculo de fe religiosa protagonizado por las nuevas generaciones que esperan ya una encíclica del nuevo Pontífice iluminando el camino a seguir.
La izquierda y la extrema izquierda están que braman. Calladamente, pero braman. Lo que ocurrió el domingo en Roma ha descalabrado una parte sustancial de sus teorías. Mater et magistra, la Iglesia de Roma conserva el liderazgo religioso del mundo y se espera que el nuevo Papa encarne, mirando al futuro, lo que debe ser la Iglesia de Teresa de Calcuta.
Paz en la tierra es el lema del nuevo Pontífice que continúa la estela inolvidable de Juan XXIII y la propuesta permanente de Juan Pablo II en la Sollicitudo rei socialis. Desde el Vaticano se han lanzado al vuelo las campanas que pregonan la felicidad, la libertad verdadera y la paz entre los hombres de buena voluntad, entre las naciones que, bajo los puentes de la intransigencia, se estrechan las manos para caminar por la senda que el Cristo, Hijo de Dios vivo, señala desde la Cruz del sacrificio a una Humanidad atónita, pero consciente de que es posible un futuro mejor.
Luis María Anson, de la Real Academia Española.