Sin Perdón

Otro balón de oxígeno a Sánchez

«He mostrado mi escepticismo con la medida, porque consigue justo lo contrario del fin perseguido»

En otras ocasiones me he referido a la indudable habilidad de Sánchez a la hora de ejercer el poder. No lo digo a favor o en contra, sino que me limito a constatar una realidad. La Historia nos demuestra que una condición imprescindible para un político, tanto en el gobierno como en la oposición, es tener claras las prioridades y aprovechar las oportunidades. Otra cuestión es que se encaminen en la buena o la mala dirección, al servicio de la sociedad o del partido, de los intereses individuales o colectivos... En cualquier caso, se trata de temas subjetivos. Lo que es positivo para unos es negativo para otros. Vox decidió presentar una moción de censura y eligió candidato a Ramón Tamames, uno de los grandes economistas e intelectuales españoles. Este procedimiento parlamentario responde siempre a un criterio de oportunidad política. Por ello, su utilización goza de toda la legitimidad, porque las únicas condiciones que le afectan son las que establece la Constitución. Otra cuestión es que sea útil, porque la satisfacción de La Moncloa es clarificadora.

No hay duda de que Sánchez aprendió del error de Rajoy, que ordenó a la entonces presidenta del Congreso que la suya se celebrara inmediatamente. Hubiera sido más acertado tomárselo con calma y que emergieran las disensiones entre los posibles aliados. La celeridad hizo que se sumaran a la iniciativa del candidato socialista. En esta ocasión, el «censurado» ha decidido justo lo contrario y ha elegido la fecha que más le convenía. Por cierto, una moción de censura debería celebrarse inmediatamente, pero su decisión es tan legítima como acertada, porque está en su mano aprovechar las circunstancias. Desde el primer momento he mostrado mi escepticismo con la medida, porque consigue justo lo contrario del fin perseguido. Los argumentos de la censura a pocos meses de dos convocatorias electorales decisivas no movilizaran a un centro derecha que ya lo está y ofrecen a Sánchez la oportunidad de hacerlo en su espacio electoral. El procedimiento concluirá con una derrota, un discurso sin duda interesante del candidato, los habituales ataques contra el PP, las descalificaciones contra Vox y un cierre de filas de la mayoría de la investidura. Un negocio redondo para el presidente del Gobierno.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)