El trípode

Otro tripartito al servicio del "procés"

El nuevo tripartito encabezado por Illa culminará con su “progresista” concierto económico al gusto de ERC

Decíamos ayer que el bochornoso espectáculo vivido en Barcelona ha proyectado una imagen más propia de una república bananera que de una monarquía parlamentaria con un estado democrático y de derecho miembro de la UE. No sorprende que fuera noticia de portada de la BBC y de numerosos medios internacionales, para vergüenza nuestra. Intentar justificar lo injustificable como se escenificó ayer en una singular comparecencia en Barcelona no hace sino aumentar la infamia, haciendo recaer sobre los operativos policiales lo que es responsabilidad de quienes dieron esas órdenes y de quienes las ejecutaron -si tenían conciencia de que pudieran tratarse de órdenes ilegales por violar la orden judicial de detención recibida-, lo que corresponde determinar al juez Llarena, instructor de la causa en representación del Tribunal Supremo.

Pero otra cosa es la responsabilidad política, que podría ir acompañada de la judicial si se demostrara el apaño político, con una omisión operativa que resulta evidente. El PSOE, si todavía es algo más que unas simples siglas a la orden de la opinión que sustente en cada momento su secretario general, debería tomar sin más dilación las medidas necesarias para acabar con este esperpento ofensivo para España. Que precisamente es lo que hizo un Comité Federal del PSOE el 1 de octubre de 2016 para impedirle que hiciera lo que desde 2018 viene haciendo, ante la sumisión absoluta de «su» partido. Pero aquel PSOE ya no existe, convertido en el PS el «partido sanchista», meras siglas sin más proyecto que el mantenimiento del poder al servicio de su jefe y sus disciplinados acólitos. Eso sí, todo muy «progresista», como Puigdemont y su amigo Maduro. Dando por descontado que ni Sánchez ni su PS van a hacer nada para acabar con este lamentable gobierno, solo cabe confiar en el Tribunal Supremo en el ámbito judicial, y en la ciudadanía a nivel popular para revertir esta lamentable situación.

Esta es la «normalidad» de la que alardea Sánchez, ahora con el tercer tripartito, presidido por Illa tras el de Montilla y en especial el de Maragall, que fue el primero de la serie. Es muy conveniente recordar que aquel tripartito se constituyó con el «Pacto del Tinell» estableciendo un cordón sanitario contra el PP en toda España, estando Zapatero al frente del PSOE. Y que -con su afirmación en el Palacio de Deportes de Barcelona en el acto central de aquella campaña autonómica- de que «apoyaría el nuevo Estatut que aprobara el Parlament», sentó las bases del «proceso». Ahora su sucesor Sánchez, con Illa en la Generalitat va a culminarlo con su «progresista» concierto económico al gusto de ERC.