Puigdemont sigue mandando

Apuramos una semana fructífera para el Gobierno. A Pedro Sánchez, después de todo, hay que reconocerle la habilidad de llegar a acuerdos a izquierda y derecha, según le convenga, para seguir a flote. Tenemos por fin un Poder Judicial renovado –y eso es una gran noticia–, gracias al entendimiento exprés del PSOE con el PP. Ya veremos cuál es el alcance de ese pacto de Estado, porque unos y otros tienen visiones diferentes sobre cómo debería ser la elección de los vocales. Y ya veremos también si se animan a renovar otros órganos, como el Banco de España o RTVE.

Por otro lado, desde hace dos semanas está vigor la Ley de Amnistía, redactada al gusto de Puigdemont, y los jueces ya han empezado a aplicarla. Y mientras vemos cómo aumenta poco a poco el contador de perdones del Procés, resulta que la Fiscalía –¿de quién depende?–, ésa que antes pedía penas abultadas por terrorismo para los miembros de los CDR, da ahora un giro de 180 grados y solicita incluir a los 12 activistas en el pack de los amnistiados, porque entiende que no llegaron a producirse daños en la integridad de las personas. Si los tribunales les conceden el perdón a ellos y a los cerebros del 1-O, supondrá el borrado total de aquellos hechos. Ver para creer.

Y en medio de todos estos movimientos, nos enteramos por el BOE –no porque nos lo cuenten a cámara– de que el artículo que podía frenar la amnistía ha sido eliminado por la puerta de atrás. Lo ha colado el Gobierno en medio del decreto anticrisis que se aprobó este martes en consejo de ministros. Era un compromiso del PSOE con Junts desde enero y ya lo ha cumplido, poniéndole las cosas difíciles al Supremo, si quisiera recurrir. Carles Puigdemont reside aún lejos de nosotros pero, visto lo visto, claramente, sigue mandando aquí.

Ahora está por ver qué hará el Gobierno con el reparto de los MENAS, los menores migrantes no acompañados, porque Junts exige que no vayan a Cataluña. ¿Transigirá también Sánchez? La reforma de la Ley de Extranjería que se negocia con Canarias promete convertirse en una gran patata caliente también para el PP, que ve a VOX levantando la mano y amenazando con romper pactos autonómicos con los populares que acepten la norma que se está preparando. El drama migratorio canario y el nivel de solidaridad que muestren el resto de las Comunidades van a acaparar muchos titulares en julio. Lo mismo que, fuera de nuestras fronteras, son noticia el último intento de golpe de Estado en Bolivia o el primer debate televisado entre Biden y Trump. Eso, si os parece, lo dejamos ya para el viernes que viene. Paciencia con las danas.