
A pesar del...
Lo que faltaba: hablan los empresarios
Su es el talento para descubrir bienes y servicios que podrían ser atractivos para el público, y la voluntad de arriesgarse a invertir su capital en ellos
Era uno de esos titulares de El País que inevitablemente llaman la atención de los que merodeamos extramuros del pensamiento único: «Empresario de éxito, el contertulio de moda». Doña Eva Güimil empezaba lamentando lo mucho que trabaja y lo poco que le cunde, para añadir a continuación: «Sin embargo, los empresarios de éxito, así los presentan, tienen el tiempo por castigo. Enciendo la televisión y ahí está un empresario de éxito pontificando en una tertulia». Esto deja a la articulista entre perpleja e indignada: «Una pensaría que tienen una vida plena de preocupaciones, llamadas y reuniones», pero resulta que hablan en los medios: «Están todos a la vez en todas partes, ni un día de esta semana me he librado de tragarme sus recetas ultraliberales».
Por empezar por el final, ya nos gustaría a los liberales que los empresarios compartieran e incluso profundizaran en nuestras ideas. Cualquier observador mínimamente atento sabe que esto no es así.
También yerra doña Eva pensando que lo que hacen los empresarios es solo trabajar mucho, con lo que no deberían tener tiempo para acudir a tertulias. Por supuesto que trabajan los empresarios, pero su virtud no es principalmente el esfuerzo, sino el talento para descubrir bienes y servicios que podrían ser atractivos para el público, y la voluntad de arriesgarse a invertir su capital en ellos. Podría pensar la señora Güimil en por qué ella misma utiliza la expresión «de éxito»: es porque, precisamente, lo que caracteriza al empresario es que puede fracasar y perder todo su capital. Por eso mismo, doña Eva, hay siempre menos empresarios que trabajadores.
Quizá lo que le molesta no es que los empresarios «pontifiquen», vicio frecuente dentro y fuera de las tertulias, sino que hablen, que expresen sus puntos de vista. Como resulta que no coinciden puntualmente con el argumentario progre, esto le hace reaccionar y adjudicarles el prefijo «ultra» que, como es sabido, rara vez se aplica a nada que tenga que ver con la izquierda.
En cambio, doña Eva, mire usted por dónde, a mí me encanta que hablen los socialistas de todos los partidos en todos los medios. Convivo con ellos desde hace más de treinta años, cuando era la única voz liberal de «Hoy por Hoy» en la Cadena Ser con Iñaki Gabilondo. Y me inspiran. Muchas gracias.
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