Y volvieron cantando

Referéndum y dos huevos duros

El ejemplo de la amnistía ha abierto el camino. Todo será cuestión de tiempo y de tragaderas

Es inquietante, no nos acabamos de acostumbrar a ello y la primera reflexión que viene a la mente es si una determinada maquinaria de propaganda, por muy engrasada que esté puede ser capaz de actuar bajo las dos únicas máximas de una supuesta idiocia y de una –esta sí más probada– amnesia de los ciudadanos. Cuando escuchamos a un dirigente socialista afirmar con la mayor de las solemnidades que cualquier medida impulsada desde el Gobierno siempre será constitucional, un escalofrío se hace inevitable dados los precedentes y teniendo en cuenta que, la última palabra sobre la constitucionalidad de una norma, siempre la va a tener un tribunal constitucional cuya composición actual empezando por su presidencia es la que es.

Salvados los indultos a los lideres condenados por el «procés», medida recogida en la Carta Magna aunque ética y políticamente reprobable a todas luces, todo parecía indicar que el de la amnistía sería un Rubicón difícil de salvar para todo aquel que pretendiera ponerle un traje de constitucionalidad a esta ley, pero la maquinaria de justificar lo injustificable no ha descansado hasta conseguir darle después de mil piruetas y tacticismos mediáticos un barniz en forma de trampantojo, que solo desautorizará… o no el TC cuando las luces se apaguen y todo el mundo se haya marchado.

La pedagogía –no lo duden– va a ser exactamente la misma cuando se ponga sobre la mesa del patio político nacional y de la mayoría parlamentaria soberanista y de izquierdas eso que, según ERC ya se está negociando con el PSOE, un referéndum en Cataluña al que, como si fuera un árbol de Navidad se le irán poniendo cuantas bolas de colores sean necesarias, todo por la paz, la concordia, el progreso y lo salubre que para una democracia es ir a votar. Jaume Collboni alcalde de Barcelona por el PSC se lo decía a Miguel Ondarreta este lunes en Onda Cero preguntando por la consulta: «no se hará nada que no sea constitucional». Este será el mantra de los «Patxis López» y las «Pilar Alegría», hasta que toquen nuevas fintas y regates sobre lo afirmado.

Algo similar puede suceder con una independencia fiscal para Cataluña que, por insolidaria entre otras cosas sería claramente inconstitucional según los propios inspectores de Hacienda. Pero el ejemplo de la amnistía ha abierto el camino. Todo será cuestión de tiempo y de tragaderas.