Bonus Track

Risas

Puede que Sánchez no las tenga todas consigo, pese a todo: demasiada ira, risa desmedida, loca… Ríe, pero podría estar llorando. Como todos nosotros

Decía Séneca que la ira es una especie de locura porque nos obliga a darle importancia a cosas que no la tienen. A pesar de ello, estos son tiempos airados, que dirimen cuestiones importantes, cruciales, mientras la ira aflora por los ojos de dirigentes políticos que se han convertido en el fuego descontrolado que hace hervir la sangre de los ciudadanos. La ira que están vertiendo desde la cúspide de la pirámide social hacia abajo, donde subsisten las clases desfavorecidas, que reciben la ira de sus líderes como el amargo pan nuestro de cada día, es una emoción tóxica, degrada brutalmente nuestra ética, corrompe la moral pública, ejerce su papel hiriente en la sociedad, en cuyo corazón causa estragos. Estas Navidades («Fiestas» dicho en el neolenguaje creyente político, beligerante y anticlerical contra lo cristiano) son las más complicadas de los últimos noventa años para compartir cenas en familia: la división política, el enfrentamiento y la ira estarán aseguradas. Sí, son tiempos de ira, pero también de risotadas. Fue muy comentada –sigue siéndolo, porque la oímos con frecuencia últimamente– la risa del presidente del gobierno, Sánchez. Se ha escrito en largo para tratar de calificarla. Y todavía más para intentar descalificarla. Si bien es posible que su risa sea de un tipo que describió Carlos Darwin en el extraordinario ensayo «La expresión de las emociones (en el hombre y en los animales)»: pues coincide exactamente con la llamada «risa loca», que expresa una exaltación durante la cual «El cuerpo entero se suele echar hacia atrás y menearse, o es presa de convulsiones; la respiración está muy turbada, la cabeza y el rostro se llenan de sangre, las venas se dilatan, los músculos perioculares se contraen espasmódicamente para proteger los ojos (…), apenas es posible reconocer una diferencia cualquiera en el rostro húmedo de lágrimas después de un acceso de esta risa o después de un acceso de llanto». Puede que Sánchez no las tenga todas consigo, pese a todo: demasiada ira, risa desmedida, loca… Ríe, pero podría estar llorando. Como todos nosotros.