Sánchez, en el lado equivocado de la Historia

La política internacional del sanchismo es un auténtico despropósito. Lo único que sabemos con certeza es que está supeditada a los intereses y los cambios de humor del inquilino de La Moncloa. Ni busca consensos ni justifica sus actos erráticos. Lo único que sabemos sobre ello son cuatro generalidades que parecen surgidas de uno de esos manuales para activistas que elaboraban las oficinas de propaganda de la URSS. La deriva autoritaria en el PSOE ha conducido a un culto a la personalidad que excluye cualquier crítica o autocrítica, porque el líder carismático lo hace todo bien incluso cuando se equivoca. Ha decidido que España tiene que estar en el lado correcto de la Historia, que es el que más le conviene en clave partidista. Lo hace apoyando la Guerra de Ucrania contra Putin mientras reconoce un inexistente e inviable Estado palestino que estaría controlado por Hamás, que es la marioneta de Rusia e Irán. Por cierto, dos regímenes autoritarios que son enemigos de las democracias occidentales. Mientras Putin preparaba su siguiente ofensiva contra Ucrania y empezaba a flaquear el apoyo aliado a Zelenski, los terroristas de Hamás lanzaron un ataque brutal contra Israel. No fue una casualidad.

El antisemitismo es una realidad, porque durante siglos se ha expulsado, perseguido y asesinado. Es un pueblo al que los romanos obligaron a abandonar su tierra. La identidad palestina es muy posterior y se formó artificialmente en torno a la cultura árabe y la religión islámica a partir del siglo VII con la conquista musulmana. Nunca ha existido un Estado palestino y sí lo hubo judío durante la Antigüedad con el reino unificado y tras su división con Judá en el sur e Israel en el norte. Los romanos quisieron destruir su identidad y borrar su vínculo sobre el territorio que era suyo. Por ello, el emperador Adriano renombró la provincia de Judea como Siria Palestina. Los diferentes poderes que posteriormente controlaron la región, como los bizantinos, los árabes y los turcos, siguieron llamándola Palestina. La realidad es que ese territorio era, es y seguirá siendo Israel, que es la continuidad histórica de la patria judía en su tierra ancestral. No importa lo que haga o diga Sánchez que está, una vez más, en el lado equivocado de la Historia.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).