El trípode

Sánchez: «El presidente debe ser un referente MORAL»

Basta recordar que el objeto inútil (el coche sin gasolina) que era un gobierno careciendo de ellos, ahora, estando él al volante, no hay ningún problema en que carezca de combustible

«El presidente debe ser un referente –sobre todo MORAL– para el conjunto de la sociedad». Esa es una de las muchas frases que el «presimiente» Pedro Sánchez lanzó contra su antecesor en el cargo, acusándole de estar rodeado de corrupción, y que proyectaba una imagen de España que dañaba su reputación internacional, por lo que le exigía dimitir, «para no arrastrarla en su caída». Es una de las muchísimas afirmaciones que en esta misma dirección proclamó, autoerigéndose en salvador «de la calidad de nuestra democracia amenazada por la corrupción del PP». Frase con la que motivó la moción de censura que –con 85 diputados (...)– le permitió acceder a la presidencia del Gobierno. Escuchar y ver en la hemeroteca audiovisual la gran cantidad de declaraciones de estas mismas características efectuadas por él provoca sonrojo y vergüenza ajena, dado el referente AMORAL para la sociedad española en que él se ha convertido, incumpliendo reiteradamente su palabra y relevantes compromisos asumidos, con absoluta tranquilidad. Actualmente, con el debate político en torno a la carencia de Presupuestos aprobados por su Gobierno en esta legislatura –y que ya ha atravesado el ecuador de la misma–, hay también una conocida sentencia suya al respecto que merece ser recordada por su actualidad: «Un Gobierno sin presupuestos es como un coche sin gasolina: es un objeto inútil». Tras sus vacaciones en la Mareta, ha reaparecido mediante una entrevista en la TV pública, convertida por él en la virtual TV oficial de su gobierno, en la que ha dejado impreso el sello de su concepción de una «democracia de calidad». Lo ha hecho expresando el concepto que tiene de la «división de poderes», que es considerada algo consustancial a una democracia digna de tal denominación, con su acusación de que «los jueces hacen política» al investigar a su mujer y a su hermano. Esa definición ha encantado a sus estrechos aliados encabezados por Puigdemont –al que ayer cumplimentó su incondicional Illa–, que expresaron su satisfacción porque Sánchez reconociera el «lawfare que practica la justicia española». El separatismo catalán al que Sánchez indultó y amnistió a cambio de que le votaran, acusa permanentemente a la Justicia española de esa manera, diciendo que es una guerra político-judicial la practicada contra ellos por parte de los jueces españoles. Y en cuanto a los Presupuestos, basta recordar que el objeto inútil (el coche sin gasolina) que era un gobierno careciendo de ellos, ahora, estando él al volante, no hay ningún problema en que carezca de combustible. Porque el suyo debe ser eléctrico. Mejor tomárselo a broma, aunque el ejemplo amoral que traslada a la sociedad no es precisamente para reír.