
Sin Perdón
La sanchista directora de Protección Civil
«A lo mejor tiene suerte y se sitúa en la carrera para suceder al pobre Marlaska»
La socialista Virginia Barcones decidió hacer méritos en el ecosistema sanchista atacando a los presidentes autonómicos con motivo de la gestión de los graves incendios que han afectado a Castilla y León, Extremadura, Galicia y Madrid. La excusa fue defender a Protección Civil como si alguien hubiera atacado o criticado a los funcionarios. Tras ser concejal de su pueblo, diputada autonómica y delegada del Gobierno en Castilla y León fue recompensada con la dirección de Protección Civil. Hay que aclarar que no es una experta, algo que debería ser exigible para un área tan especializada. No he encontrado ningún libro o artículo suyo sobre la materia. Por supuesto, no estudió ingeniería. Su experiencia profesional se circunscribe a la muy meritoria labor de haber sido secretaria de pequeños ayuntamientos. No he visto que lo haya sido de una capital de provincia o una gran ciudad. En cualquier caso, su paso por la función pública no le otorga una especial preparación para ser la responsable de Protección Civil. Es bueno aclarar su condición de cargo político, porque hay quien puede confundirse y creer que fue elegida por ser una experta en la materia. Con el tiempo me he convencido de que hay determinadas áreas que tienen que ser ocupadas por funcionarios especializados debido a la complejidad de las competencias que asumen. Es algo que no gusta ni a Sánchez ni sus adláteres porque no proliferan los que han superado una oposición. No incluyo, dicho irónicamente, el medrar en el partido y trepar desde una concejalía hasta lograr un nombramiento del consejo de ministros. Me sorprendió ver a Barcones descalificar a los rivales políticos de su partido con un inmenso letrero que ponía «Protección Civil». Me imagino que la consigna dentro del sanchismo es seguir los pasos de Puente y López. Por ello, a lo mejor tiene suerte y se sitúa en la carrera para suceder al pobre Marlaska que aspira a ser nombrado embajador. En esta etapa crepuscular de Sánchez todos esperan una recompensa como sucede con Conde-Pumpido que sueña con ser consejero permanente de Estado y recibir un sueldo estupendo, junto a otros chollos, hasta el final de sus días. Me gusta mucho esta lealtad basada en el interés, aunque no sé si tendrá tiempo de recompensar a Barcones, Marlaska y Pumpido.
Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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