Sine Dolore

Menorca se convierte como cada año en el escenario del internacional Sine Dolore. Desde ayer y hasta el domingo se hablará de dolor y cómo aliviarlo. El dolor crónico afecta al 25% de la población mundial (y al 30% de las mujeres) y genera un impacto emocional, social y económico enorme.

Sine Dolore reúne a médicos, pacientes y expertos en el tratamiento del dolor. Siempre insisto en el deporte, la música, el movimiento, la energía, como fuentes de sanación: hábitos que incorporar a nuestra vida. La vitalidad nos salva y se trabaja porque es una actitud frente a la vida.

En Sine Dolore se honra la resiliencia, nuestra capacidad de resistir y de sanar. El dolor no es el final del camino, sino el inicio de una vida más consciente, más profunda, más plena.

El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a un daño físico. El modelo biomédico clásico lo considera como el síntoma de una lesión que se trata con medicamentos o cirugía. Este enfoque es útil para los dolores agudos. La neurociencia moderna revela que el dolor está influido por factores como emociones, pensamientos y contexto. A diferencia del dolor agudo, el dolor crónico no siempre responde al modelo biomédico tradicional. A veces no hay un origen físico sino que responde a cambios en el sistema nervioso y en el cerebro.

La solución no pasa solo por medicación, sino por un enfoque biopsicosocial que incluya ejercicio, fisioterapia, nutrición y terapias cognitivas. Entre las herramientas más eficaces están técnicas como la meditación y la hipnosis, que ayudan a «desprogramar» los circuitos cerebrales del dolor. Estas técnicas, parte de la medicina mente-cuerpo, han demostrado científicamente reducir la percepción del dolor y mejorar la calidad de vida.

Sine Dolore propone un enfoque activo: que el paciente se implique en su bienestar mediante ejercicios que le ayuden a recuperar el control sobre su cuerpo y sobre su vida.