A pesar del...

Stanton busca a Booth

El santo de Stanton captura a Booth pero no logra imponerse a los pérfidos empresarios, que siguen ahí, manejando el mundo

El 14 de abril de 1865, un actor, John Wilkes Booth, mató de un disparo al presidente Abraham Lincoln en el Teatro Ford de Washington, y logró escapar. El secretario de Guerra, Edwin Stanton, organizó la búsqueda de Booth, a quien finalmente encontró doce días más tarde. Esta es la historia que cuenta Manhunt (La caza del asesino), miniserie de siete episodios dirigida por Carl Franklin y que puede verse en AppleTV.

Es bien sabido que la recreación del pasado corre el riesgo de la caricatura, y desgraciadamente a esta serie le sucede. «Es incapaz de humanizar a Lincoln», escribió Angie Han en Hollywood Reporter. Comparándola con la película de Spielberg, Titus Techera, director de la American Cinema Foundation, dice que la serie es mucho más distorsionadora del pasado y del papel del presidente, en especial en su presentación como antiesclavista sin matices. Concluye: «Manhunt es una especie de video para entretener a los turistas en los monumentos nacionales, más para reasegurar el triunfo de Estados Unidos que para instruir sobre los grandes conflictos del país».

En efecto, no abunda en los matices del presidente en torno a la esclavitud, esa «institución peculiar» a la que se opuso, pero no respaldó la emancipación completa e inmediata, sino el envío de esclavos a África y la compensación a sus antiguos dueños por sus pérdidas.

Junto a la glorificación de Lincoln, la serie convierte a Stanton en un superhéroe, como subrayó John Anderson en el Wall Street Journal, porque lo humaniza, mostrándolo enérgico en sus propósitos aunque débil en su cuerpo.

Como todo superhéroe que se precie, Stanton necesita un supervillano, y en esta serie, a falta de uno, tiene dos. En primer lugar, por supuesto, el propio Booth. Pero en segundo lugar, y este es un mensaje varias veces repetido, por si al espectador se le había escapado, hay una conspiración de, cómo no, los malvados empresarios.

La Bolsa es mala, el dinero es malo, los especuladores malísimos, y están íntimamente enlazados con todo lo confederal para asesinar a Lincoln y mantener la esclavitud en América por los siglos de los siglos. El santo de Stanton captura a Booth pero no logra imponerse a los pérfidos empresarios, que siguen ahí, manejando el mundo.

La serie cuenta con magníficos actores y una estupenda puesta en escena. Pero, qué quiere que le diga, me dio pereza.