La situación
El sueño convergente de Feijóo
¿Cómo se critica el pacto de Sánchez con Puigdemont, si Feijóo considera a Puigdemont una persona respetable?
La primera vez que Feijóo visitó Barcelona como presidente del Partido Popular se refirió a la nacionalidad catalana. Es una obviedad, porque la Constitución define de esa forma a las comunidades que deseen aplicarse esa condición. Pero tal obviedad tenía una evidente intencionalidad política, de cariñoso acercamiento a las posturas nacionalistas.
Meses después, Feijóo mostró su deseo de encontrar un "encaje" de Cataluña en España, asumiendo así el lenguaje propio de los socialistas filonacionalistas catalanes que, cuatro décadas después de alcanzado el pacto autonómico -muy generoso en competencias para comunidades como Cataluña- considera que es necesario seguir concediendo dádivas al nacionalismo más sobreactuado. Aquellas declaraciones provocaron una evidente confusión entre las propias filas populares, con serios problemas para los dirigentes del partido a la hora de mantener el equilibrio entre su discurso habitual y el deseo de no desautorizar a su líder.
Pero el desconcierto adquirió características de desbarajuste ciclotímico cuando Feijóo volvió hace pocos días a Cataluña y utilizó el término "respeto" aplicado a Carles Puigdemont. La evidencia de que esa palabra resultaba altamente radiactiva es que el líder popular ocupó otras 48 horas en tratar de explicarse, con escaso éxito. Es natural que así sea, porque no debe ser sencillo mostrar respeto por el organizador del proceso independentista, por quien alentó las leyes inconstitucionales de desconexión, por quien convocó el referéndum ilegal del 1 de octubre, por quien proclamó la república catalana, por quien se fugó de la justicia, por quien lleva seis años tratando de humillar a España y a su sistema judicial desde el extranjero, y por quien ahora-sentado a la vera del número 3 del PSOE- está a punto de ver cómo todo eso se ignora, para concederle la gracia de una amnistía liberadora y desmemoriada.
Feijóo quiere creer lo que ya nadie cree: que en el partido de Puigdemont quedan trazas de aquella Convergencia que hizo presidente a Aznar en 1996. Pero no. Con su sueño convergente, Feijóo se ha desarmado unilateralmente para el debate de investidura de Pedro Sánchez. ¿Cómo se critica el pacto de Sánchez con Puigdemont, si Feijóo considera a Puigdemont una persona respetable?
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