Biblioteca Harley-Davidson

Las tres jotas

La mezcla, además, de tres generaciones muestra en diagonal los modos de escritura españoles de los últimos tiempos

En las estanterías de esta columna-biblioteca, hospedamos hoy un libro de esos en los que vale la pena detenerse. Se titula «Inventario 75». Lo acaba de publicar Efe Eme y reúne a tres escritores de fuste. Es un inventario de la obra de Joaquín Sabina realizado a cuatro manos por Juan Puchades y Julio Valdeón. La excusa es repasar toda la obra discográfica de la primera jota (Joaquín, 1949) deteniéndose disco a disco, canción a canción, incardinándola en episodios y declaraciones de su momento. Despejan la historia de Sabina de mitos y lo colocan en el punto justo de creador y civil de a pie que merece.

Lo mejor del libro es, por encima de todo, la mezcla de las tres prosas. La de Sabina es la fundamental y qué vamos a decir de ella. Nos ha dado soles como estufas de butano, peces de hielo flotando en ámbar escocés y tantas otras imágenes inolvidables para explicar nuestro mundo último. La prosa de la segunda jota (Juan,1965, respetando estrictamente el orden cronológico de nacimiento) es la del mejor escritor musical que continua la línea dinástica de un Diego A. Manrique. Preciso y precioso. Ameno y minucioso. Sin prejuicios esnobs ni cursilerías tendry, lo cual le permite abordar de una manera naturalísima cualquier género sonoro con honradez, que es la única manera posible de escribir de verdad sobre música. La tercera jota (Julio, 1976) es la prosa de Valdeón, habitante de Brooklyn durante muchos años. Produce una escritura torrencial y abarrocada cuya principal singularidad y lucidez es la autoconciencia de ambos rasgos. Eso le permite controlar piruetas imposibles para otros. La mezcla de esas tres prosas en un mismo libro (unas objeto y otras sujeto del comentario) consigue un resultado maravilloso, polifónico.

La mezcla, además, de tres generaciones muestra en diagonal los modos de escritura españoles de los últimos tiempos. Inesperada y brillante conjunción por lo iluminadora. Imprescindible. No se la pierdan.