Bolivia

El «trending topic» de la semana

Ágatha fue entrevistada por Pablo Motos en «El Hormiguero», de Antena 3
Ágatha fue entrevistada por Pablo Motos en «El Hormiguero», de Antena 3larazon

Esta semana Cósima Ramírez –encargada de relaciones internacionales de Agatha Ruiz de la Prada– estuvo a punto de cometer un homicidio. No sabía si sería un homicidio múltiple o focalizado en una sola víctima, pero tampoco tenía tan nítidamente claro que fuese la mejor estrategia de comunicación corporativa. En este curioso día de hoy quizás ni se pudiese saber, quizás fuera «trending topic» en las redes...

Como hemos explicado previamente, nuestro trabajo multicolor nos lleva a todo tipo aventuras y sitios inesperados. Que si a Bolivia o a Sri Lanka, o a Méjico, Puerto Rico, Polonia, Zambia, Francia, Italia, Albania, Pakistán, Portugal... que si al Polo Norte, a Transilvania, a Miami o a Dubái... Lo difícil es no toparse con uno mismo entre tanto viaje. Uno tiene que estar muy preparado para asegurarse de que la fuerza del espíritu agathista le acompaña en todo momento, a modo Jedi. Si no estás perdido.

En el estudio Agatha Ruiz de la Prada llevamos años perfeccionando el arte alquímico de la color-terapia. Nuestras oficinas, nuestras tiendas y nuestros desfiles derrochan testimonio de tales esfuerzos. Es casi imposible estar deprimido en el estudio, por razones bastante básicas e infantiles. Por el poder del color. Todos estos años de experimentos coloristas nos han dotado de súper poderes, no hay gente con más buen rollo ante toda circunstancia que el equipo ARP. No hay reto que se nos quede grande.

Por eso también resultaba tan curiosa la inesperada desviación de una devota agathista hacia el lado oscuro... Que Cósima se plantease otro propósito aparte del de llenar el mundo de flores y corazones era una ocurrencia muy extraña. Que abandonara el universo Agatha, y su fantasmagórica galaxia entre nubes y arcoíris, para infiltrarse en la realidad del resto de la humanidad suponía algo inconcebible, por no decir una blasfemia.

Afortunadamente fue breve su fulgor homicida, y provenía de raíces indubitablemente agathistas, eso también hay que admitirlo. No fueron los pelos despeinados de las modelos, ni sus vestidos estallados, ni los zapatos que no cambian, ni el retraso, ni la voracidad de la prensa lo que puso a nuestra directora de relaciones internacionales de los nervios. Fue el aire acondicionado.

Colándose por cada rendija del imponente hotel Sofitel The Palms de Dubái, el aire acondicionado se precipitaba hacia el exterior con velocidad, huía con una facilidad alarmante. Su vertido hacia los aires del desierto no podía ser más apacible, tenía las puertas grandes abiertas de par en par. Mientras que el impulso carcelero no forma parte de la filosofía agathista, tal asalto a la naturaleza y tal despilfarro atmosférico actuó como una puñalada al corazón.

Con el núcleo de optimismo agathista seriamente perjudicado, sufriendo unos terribles retortijones morales, Cósima volvió de Dubái desubicada y habiendo dormido poco. El mundo de corazones, estrellas y fantasías que tan cuidadosamente fabricábamos entraba en conflicto con el aire acondicionado. Tal insensatez colectiva, tal movimiento de tropas y aires malignos, casi la rompió, casi le hizo olvidar las lecciones del Jedi agathista. Momentáneamente vio rojo; pero luego se acordó del fucsia, luego del naranja, del amarillo, del verde esmeralda, del púrpura, del dorado, y del color arcoíris...

¡Menos mal que Agatha Ruiz de la Prada en persona la estaría esperando con una carcajada asegurada! Justo esta semana aparecía en el programa más visto de la tele, en «El Hormiguero» de Pablo Motos, emitido en Antena 3 a las 21:45. No hay nada para sacar a alguien de sus tormentos existenciales como un poco de televisión popular. Según los cálculos de Google, 3 millones de personas también estuvieron ahí para olvidar sus propios problemas, para compartir un momento de cotilleo con Agatha y sus corazones.

Tuvieron múltiples razones de ponerse a mirar «El Hormiguero» a través de sus lupas tecnológicas, la cosa fue de lo más entretenida (y sin duda serviría como artillería para futuros chantajes). Agatha estuvo espléndida, divertida e intergaláctica, como ella es. Le explicó a Motos cómo el sentido común y el hacer trajes con ruedas podían coexistir muy cómodamente en una frase, como podían incluso ser elementos complementarios. Reconoció a Esperanza Aguirre disfrazada de hombre en cuestión de segundos. Y contó todo tipo detalles «cinematográficos» sobre su vida, sobre sus proyectos, sueños y ambiciones.

Las redes estallaron con regodeo ante esta pequeña y mágica dosis de Agatha Ruiz de la Prada, sin pelos en la lengua y sin complejos de ningún tipo. Se la vio con ansias de seguir adelante en su campaña conquistadora del mundo mundial.

Nuestro departamento de comunicaciones no dio abasto, menuda semanita. Entre el Premio Nacional de Diseño de Moda, el de la Semana Internacional de la Moda de Dubái, y otro que venía de Polonia, los reconocimientos no paraban de llamar a la puerta de nuestro estudio multicolor. Cada uno fue bienvenido con el decoro correspondiente, todos hablaban del afán multitudinario que le había entrado a la gente por celebrar a su diseñadora favorita.