España
El vídeo on-line, al alza
Según datos de Barlovento Comunicación, en diciembre de 2012, más de 21 millones de espectadores habían visto vídeos on-line
Si hay un tipo de contenido digital cuyo consumo crece de manera exponencial, ese es el vídeo on-line. Tanto es así, que los responsables de YouTube creen, en función de los datos de un estudio que proyecta el consumo de vídeo masivo on-line hacia el 2020, que estamos en plena transición hacia el consumo de vídeos completamente on-line. De hecho, afirman que en siete años al menos el 75% del consumo de vídeos será de este modo.
Pero no hace falta tampoco irse tan lejos en el tiempo. Los datos de diciembre sobre audiencia on-line recogidos por Barlovento Comunicación señalan que en dicho mes la cifra de espectadores únicos que habían visto vídeos de este tipo en España se situaba por encima de los 21 millones, los cuales vieron casi 4.100 millones de vídeos. En cuanto a los portales más visitados por los internautas, destacan los pertenecientes a Google, con más de 17 millones de personas gracias al tráfico generado por YouTube, con más de de 1.100 millones de vídeos vistos.
Una de las razones que explican estas cifras es el aumento cada vez mayor de usuarios que ven vídeos a través de dispositivos móviles. Así, según datos de la consultora de vídeo estadounidense Ooyala, el porcentaje de tiempo dedicado a ver vídeo en teléfonos móviles y tabletas continúa creciendo rápidamente, aunque aún sigue siendo un porcentaje pequeño. En total, a finales del pasado año suponía poco más de un 8%, pero a principios de 2012 estaba justo a la mitad, es decir, en el 4%. Según Jay Fulcher, CEO de Ooyala, las claves del futuro de este tipo de contenido son, en primer lugar, que el «streaming» «es la nueva norma». Los espectadores on-line vieron el pasado año Wimbledon, el Tour de Francia o los debates de las elecciones presidenciales de EE UU en directo, vía internet. Este hecho es importante también pues aumenta el tiempo medio de estancia de los internautas en la web; en segundo lugar, que la «Tablet TV» está naciendo, de modo que el vídeo y las redes sociales convergen en un único soporte; y en tercer lugar, que las denominadas «Smart TV» y las videoconsolas continúan cambiando el modo en que la gente ve la televisión.
Hemos de tener en cuenta que todas estas claves no son sólo válidas para páginas como YouTube o para webs de televisión, sino que son aplicables a todas y muy especialmente a todos los medios de comunicación. Así, cada vez son más los que, además de incluir vídeos en las informaciones, ofrecen directos vía «streaming» de determinados acontecimientos. Un caso reciente fue la renuncia del Papa, cuyos últimos actos fueron seguidos en directo vía on-line por millones de espectadores. También es habitual ofrecer la señal de los debates parlamentarios, ruedas de prensa...
En este sentido, el principal problema con el que se encuentran medios e internautas es la inexistencia de un estándar de visualización, especialmente en Windows, por lo que no son pocas las veces que, ante la tesitura de descargar «plugin», complementos o programas, los usuarios deciden abandonar. Esta situación es aún más grave en los dispositivos móviles, muchos de los cuales no reconocen determinados lenguajes y no permiten ver muchos vídeos o infografías animadas. Aunque poco a poco se va tendiendo a la unificación, aún son muchos los problemas que se encuentra el usuario, auténtico perjudicado de esta guerra de empresas por imponer su modelo.
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