Londres

«The Long good read»

«The Guardian» ha apostado por dar en papel extensos reportajes semanales de las noticias más seguidas en la red

Si algo está poniendo el tiempo de manifiesto, mal que les pese a los agoreros, es que la prensa digital y la impresa no sólo no son incompatibles, sino que son cada vez más complementarias, lo cual se ve con total claridad en los medios que tienen ambas ediciones –on-line y en papel–, ya que pueden diversificar sus contenidos en función de las características de cada uno de los soportes. Y esto es precisamente lo que está experimentando el diario británico «The Guardian», pionero en probar nuevas fórmulas, que ha decidido apostar en el papel por los reportajes extensos de carácter semanal, que han bautizado como «The Long Good Read».

Sin embargo, lo que a priori puede resultar algo sencillo, elegir una historia y escribir un amplio reportaje sobre ella, es en realidad algo mucho más complejo y producto de un proceso interno tras el cual está un programa informático instalado dentro de la web de «The Guardian». Esta aplicación analiza los temas que más leen los lectores en la edición digital del periódico, las noticias con más comentarios, aquéllas que más interacciones generan en las redes sociales... y, a través de un algoritmo matemático, el programa escoge una serie de historias cada semana. La selección final la realizan los periodistas de la redacción del periódico que, con la ayuda de otra herramienta informática llamada Arthr, ajustan los textos y elaboran el producto final. Al tratarse de un proyecto cuyo único fin es comprobar la aceptación entre los lectores, más allá de objetivos económicos de rentabilidad, por el momento se están imprimiendo alrededor de 500 ejemplares, que se reparten gratuitamente entre los clientes del café que «The Guardian» tiene en el este de Londres. Se ha elegido este lugar por considerar que el producto está pensado para ser leído con tranquilidad, tomando una taza de té o café, y en un ambiente relajado, que invite a la lectura.

El proyecto dio sus primeros pasos a finales del pasado año y se ha retomado tras la Navidad. De momento, se extenderá seis semanas más este 2014 y, en función de los resultados, se decidirá continuarlo, extenderlo a otros cafés de Londres o, en su caso, no seguir adelante.

Según Jemima Kiss, responsable tecnológica de «The Guardian», el objetivo de este proyecto no era buscar un nuevo modelo de negocio, «ya que podría haber limitado su desarrollo y lo habríamos hecho de una forma menos imaginativa, porque habríamos empezado a barajar conceptos que no son necesariamente apropiados para lo que los lectores pueden desear. Por eso, este producto, que hemos denominado «The Long Good Read», es libre durante sus doce semanas de vida. Es muy posible que más adelante encontremos un patrocinador, pero hoy por hoy, sólo queremos centrarnos en la idea, en el contenido y en el formato. Más allá de estas doce semanas, ¿quién sabe?».

Y es que, este tipo de reportajes extensos, que necesitan un tiempo más prolongado de lectura y cierto ambiente relajado, encajan menos con la forma, e incluso la postura, en que se lee la prensa en soportes digitales, ya sea un ordenador –en casa o en el trabajo–, una tableta o un smartphone. Sin embargo, dados los hábitos culturales y de ocio de nuestro país, quizás un café no sea el mejor sitio para dejar un producto de estas características, pues son más bien un lugar de reunión que un espacio de relajación, y, aunque estén lejos del escándalo de un bar, el silencio suele brillar por su ausencia.