Estados Unidos

Whatsapp y los medios

Para bien o para mal, Whatsapp (500 millones de usuarios en todo el mundo y más de 50.000 millones de mensajes circulando cada día) se ha convertido en una herramienta imprescindible para muchos y su uso es masivo especialmente en Europa, aunque en Estados Unidos, su país de origen, se extiende día a día.

Nacida como una aplicación de mensajería para enviar y recibir mensajes, imágenes o vídeos mediante internet de forma gratuita –de ahí la clave de su éxito-, ha logrado, en apenas unos años desde su nacimiento, desplazar a los SMS y MMS tradicionales, por cuyo uso cobraban las compañías telefónicas, que han visto desaparecer sus ingresos por este concepto.

Sin embargo, WhatsApp tiene otras características, como su capacidad para crear grupos y su facilidad para enviar imágenes o vídeos, que la han convertido en una especie de red social a pequeña escala que se mueve entre conocidos a partir de la agenda de contactos de nuestro dispositivo móvil, pero sin perder un ápice de viralidad, lo que permite que cualquier contenido se expanda exponencialmente en periodos muy breves de tiempo.

Además, tiene una ventaja, y es su penetración entre la población más joven, que busca un servicio, no sólo atractivo, sino gratuito, razón por la que Facebook adquirió la compañía a principios de año.

Y esa característica es la que han empezado a explotar muchos medios de comunicación, que han visto en esta herramienta, al igual que en otras similares como Telegram, Line o WeChat, una red social más a través de la cual hacer llegar sus noticias a gran número de usuarios. Son ya numerosas las publicaciones digitales que incluyen un «botón» de WhatsApp, similar al ya habitual de Twitter o Facebook, que permite distribuir una noticia, a través de esta aplicación, entre toda nuestra agenda telefónica. De este modo nos aseguramos que el receptor la recibe de forma inmediata y que vamos a tener su atención.

Paralelamente, otros medios ofrecen también la posibilidad a sus usuarios de incluir un número telefónico en la agenda de contactos de su dispositivo móvil para enviarles primicias, noticias de última hora... Además, ofrece la ventaja de poder segmentar las audiencias y, así, por ejemplo, los medios económicos pueden ofrecer las cotizaciones en Bolsa de determinados valores, o los deportivos los resultados del equipo que el lector seleccione.

La clave, en este caso, está en no saturar. En el caso de la BBC, uno de los medios que hacen uso de esta práctica, no envía más de tres mensajes diarios.

Pero WhatsApp también se ha convertido en un gran aliado de la radio gracias a su capacidad para intercambiar mensajes de audio. Programas deportivos o los denominados «morning shows» vienen haciendo un uso cada vez mayor de esta posibilidad, que ha venido a sustituir al tradicional contestador automático, en el que los oyentes dejaban sus mensajes.

Ahora, gracias a los programas de mensajería instantánea gratuita, la audiencia deja peticiones, comentarios o incluso chistes que se pueden luego emitir en bloques. De este modo, los programas ganan en frescura y se convierten en espacios interactivos en los que los oyentes pasan a convertirse en parte fundamental.

Estas tendencias vuelven a poner de manifiesto que las nuevas tecnologías no sólo no son un obstáculo para los medios de comunicación tradicionales sino que, más bien al contrario, abren la puerta a muchas posibilidades hasta hace muy poco impensables.