Mar en calma

Viacrucis

Todo se vuelve emocionante y extraordinario esta semana de celebración

La Semana Santa es un tiempo de encuentro, pero también de reflexión, aprendizaje y crecimiento interior. Todo se vuelve emocionante y extraordinario esta semana de celebración. Es momento de procesiones y espiritualidad para unos y de vacaciones para otros.

La tranquilidad ayuda a optimizar herramientas básicas como la autoconfianza que es una actitud vital para saber lo que valemos y para vivir con paz interior. Los altos niveles de confianza y empatía de una sociedad contribuyen al progreso económico y al desarrollo humano de los países. La bondad y la generosidad, están muy relacionados con todo ello. Algo que ensalza y premia la película: «Los niños de Winton», muy recomendable y de trágica actualidad pese a ocurrir hace casi un siglo, cuando un corredor de bolsa británico decide salvar a niños de Praga de la inminente invasión nazi y sus particulares viacrucis. Una conmovedora historia que nos traslada a la dura realidad de cientos de familias ajenas a las luchas de sus dirigentes, como sigue ocurriendo en tantos lugares de África, Rusia, Ucrania, Palestina, Israel…

El sufrimiento inútil y la sin razón se ponen estos días de relieve recordando la Pasión de Cristo, magistralmente representada, por cierto, en «Viacrucis, el musical». Su autor, el compositor y director padre Toño Casado, un hombre ante todo humanista, muestra en iglesias un emocionante espectáculo acerca de las últimas horas de Jesucristo, que ha tenido la suerte de ver incluso el Papa Francisco.

Las luces, las voces, las escenas, dejan al espectador embelesado y enganchado a la pasión de Jesucristo desde el primer momento. Todos los músicos y cantantes aportan su arte de manera desinteresada, en varias iglesias, también en la catedral de la Almudena y próximamente en la de Santander. La entrada es libre.

El 4 de abril Toño estrenará su próximo musical: «Sueños» construido por unos profesionales de primer nivel y con un mensaje maravilloso. Promete ser conmovedor. Como todo lo que hace.