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El voto joven en España se polariza hacia posturas menos democráticas

►El 44,5% de los jóvenes opina que en algunas circunstancias, un gobierno autoritario es preferible a un sistema democrático

En las últimas elecciones celebradas en Alemania, aunque a nivel regional, los partidos más a la izquierda y más a la derecha obtuvieron un más que destacado incremento de votos, de tal forma, que la formación de ultraderecha Alternativa por Alemania (AfD) ganó en Turingia y quedó como segunda fuerza en Sajonia, consumando una tendencia, impulsada principalmente por el voto joven que ya venía despuntando tiempo atrás, reflejada incluso en las elecciones al Parlamento Europeo, en las que las formaciones más radicales obtuvieron un buen resultado. También quedó patente este giro del voto alejándose de partidos centristas en las últimas legislativas de Francia, donde la ultraderecha de Le Pen estuvo muy cerca de alzarse con la victoria, solo evitada por la unión de todos los partidos de izquierda, pese a sus enormes diferencias, en un movimiento táctico que le arrebató diputados, no tanto votantes.

Cabe preguntarse si está España dentro de esa tendencia y si, al igual que en Europa, es el voto joven el que impulsa esa nueva realidad en la que, garantizados los derechos y libertades, se polarizan en las urnas los resultados.

Así, en el último estudio realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de Hábitos Democráticos, de fecha diciembre de 2023, se revelan datos preocupantes sobre la desafección con la democracia de parte importante de los jóvenes. Pues el 12,3 por ciento y el 12,7 por ciento, respectivamente, de los jóvenes de entre 18/24 y de entre 25/34 años, afirman que en algunas circunstancias, un gobierno autoritario es preferible a un sistema democrático. Sin embargo, la media de toda la población que opina así es solo del 6,8 por ciento. Prácticamente la mitad que entre los jóvenes.

Big Data 13 septiembre
Big Data 13 septiembreT. GallardoLa Razón

Entre los más jóvenes, los de la franja de edad comprendida entre los 18 y los 24 años, hay un 15,4 por ciento que suscribe la frase: «A personas como yo, les da igual un gobierno que otro», cuando en el conjunto de todas las edades el porcentaje de los que se identifican con esta afirmación es del 9,5 por ciento.

Otro dato que nos da que pensar es que entre los jóvenes se supera la media de los españoles en general que piensan que el sistema democrático más bien perjudica el reparto equitativo de la riqueza. Alcanzando entre los de 18/24 años el 23,3 por ciento y entre los de 25/34 años el 24,9 por ciento. La media de todos los grupos de edad es del 19,2 por ciento.

Otro dato que diferencia a los jóvenes del conjunto nacional es que solo al 14,0 por ciento de los españoles les preocupa poco o nada que en España exista crispación política, pero entre los menores de 25 años este desasosiego alcanza el 24,1 por ciento y en el tramo siguiente, de 25 a 34 años, es del 20,1 por ciento.

En un reciente estudio, de junio pasado, el CIS preguntaba a los ciudadanos con cuál de los partidos o coaliciones que se presentaron a las pasadas elecciones mantenía una posición más cercana a la suya. El 51,0 por ciento de los jóvenes de 18 a 24 años indicó que los partidos de la derecha e izquierda radical: 28,2 por ciento ultraderecha y 22.8% ultra izquierda. Pero aún fue mayor el porcentajes de radicalización entre los jóvenes de entre 25 y 34 años; el 55,3 por ciento por estos partidos; repartidos entre el 28,4 por ciento de la derecha extrema y 26,9 por ciento de la izquierda extrema. Porcentajes que contrastan enormemente con el sentir general de todo el censo electoral español.

No es ajeno en cuanto a esta formación de la opinión de los jóvenes las fuentes a las que acuden para informarse; el 74,7 por ciento de los que cuentan entre 18 y 24 años eligen las redes sociales y los medios digitales, y el 64,9 por ciento en el caso de los de 25 a 34 años, frente a tan solo el 38,8 por ciento de la población en general.

Esto explica también la volatilidad de las decisiones de voto entre los jóvenes, ya que el 27,4 por ciento de los jóvenes de 18/24 años reconoce haber cambiado su decisión de voto durante la campaña, y el 21,0 por ciento de 25/34 años, mientras que el total nacional que cambiaron su opción electoral en este periodo fue del 13,5 por ciento.

En el voto joven se produce una mezcla de «pasotismo» ante la política, una reacción ante la falta de medidas efectivas y una tendencia a considerar como asumidos e inamovibles los derechos y libertades que garantizan los sistemas democráticos, olvidando que éstos se pierden si no se cuidan.