A pesar del...

Warren, arriba y abajo

Un político que ha inventado tanto, puede rizar cualquier rizo

Warren Sánchez, el hombre que tiene todas las respuestas, desplegará todas sus artimañas para minimizar el castigo electoral. De ahí que evite aparecer en público si hay riesgo de abucheos. Y de ahí el creciente populismo de sus mensajes. Por ejemplo, en la reciente entrevista con «El Correo» afirmó: «por cada euro de impuestos que subimos a los de arriba, ahorramos 5 euros a las clases medias y trabajadoras».

El economista José Carlos Díez, que está lejos de ser una fiera neoliberal, tuiteó: «Problema de aritmética básica: los de arriba son 3 % de declarantes en IRPF y las clases trabajadoras 97 %. Qué lío». Pues, sí, es un gran lío, porque es un gran camelo. Pero recordemos el punto de partida, la meta de Warren. ¿Qué nos enseña la experiencia acerca de cómo persigue Warren sus objetivos? Respuesta: sin límites.

La evidencia lo ratifica. Para alcanzar el Gobierno, Warren comprendió que solo podía lograrlo con la colaboración de los ultras de Podemos y de los independentistas, y a la vez comprendió que, si le decía la verdad al pueblo español, perdería en las urnas. ¿Qué hizo? Lo único que podía hacer para alcanzar su meta: mentir. Y así actuó, una y otra vez, sin titubear. Prometió, juró y perjuró que jamás gobernaría con esos apoyos. Tras las elecciones, incumplió sus compromisos. Fue tan brutal la contradicción que la señora Carmen Calvo elaboró la extraordinaria teoría de que el Sánchez de antes y el Sánchez de después eran dos personas distintas.

Si Warren fue capaz de eso, ¿qué razones hay para esperar que ahora diga la verdad? Ninguna.

Y en ésas estamos. Sospecho que lo veremos fabular como nunca, igual que lo veremos prometer de todo, desde viviendas gratis hasta protección a las mujeres, eso sí, pidiendo perdón por la chapuza legislativa que ha beneficiado a un millar de depredadores sexuales.

El bulo fiscal es una mancha más en ese tigre demagógico. Qué más da. Un político que ha inventado tanto, puede rizar cualquier rizo, y él, que ha subido los impuestos a millones de trabajadores, se montará en el tigre y lo cabalgará, osado, hablando, con un populismo de manual, de los de arriba y los de abajo, y proclamando que ha ahorrado impuestos a las mismas clases medias que ha saqueado con denuedo.