A pesar del...
Warren y el retorno de los brujos
Las contradicciones son clamorosas, como se ha visto con el ataque a las autonomías del PP a la vez que se apunta a una independencia tributaria en Cataluña
Warren Sánchez, el hombre que tiene todas las respuestas, ha vuelto a demostrar que utilizará todas las estratagemas con el objetivo de mantenerse en el poder. Sus cesiones ante los separatistas acompañan su estrategia fiscal, centrada en que el aumento del gasto público beneficiará a la gran mayoría, porque solo pagarán los asquerosos ricos. Esto representa, parafraseando el título del clásico de Pauwels y Bergier, el retorno de los brujos tributarios.
Hace un año, la prensa gubernamental hablaba del «giro progresista» de Warren porque, tras la consigna de «sin justicia fiscal no hay justicia social», promovió el impuesto a las grandes fortunas, para «que cada cual aporte en función de su capacidad».
Las contradicciones son clamorosas, como se ha visto con el ataque a las autonomías del PP a la vez que se apunta a una independencia tributaria en Cataluña. Pero es patente que Warren y su banda aspiran a neutralizar el reciente y peligroso movimiento electoral que sugiere que los votantes premian a quienes bajan los impuestos, y castigan a quienes los suben. Como se vio en las elecciones municipales y autonómicas, esto puede ser letal para el PSOE, que se ha apresurado a poner en marcha sus terminales mediáticas, que desbarraron sin freno. Llegué a leer que el Gobierno había beneficiado a los autónomos, a los que nadie ha tratado peor que Warren.
Otros brujos son más comedidos, pero análogamente endebles. Por ejemplo, cuando sostienen seriamente que la fiscalidad es una cuestión técnica o teleológica, que trata solo de las necesidades ciudadanas para las cuales se recauda, olvidando que una de esas necesidades es conservar lo propio. Se agita la desigualdad o la vulnerabilidad, como si no afectara a la gente sometida al poder. Se citan la Constitución o los Libros Blancos, olvidando que se retuerce la primera y se archivan los segundos.
Hasta rescató Warren la vetusta excusa de que subir los impuestos está bien porque lo recomiendan la OCDE o el FMI «nada sospechosos de ser pseudocomunistas», como si alguna vez hubieran recomendado bajar los impuestos. Y terminó con esta otra brujería: «¿Dónde está mejor el dinero, en unos pocos bolsillos o en la atención primaria que salva vidas?». Observe la trampa: «pocos bolsillos». Mentira: Warren pretende meter las manos en los suyos de usted, señora.
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