
País Vasco
El motivo por el que a Bilbao se la conoce como 'El Bocho': poca gente en España lo sabe
Esta expresión de origen humilde que crea uno de los apodos más curiosos de España tiene que ver con una ciudad entre montes y un escritor ilustre

Cada ciudad cuenta con sus propios apodos, nacidos del habla popular o de la historia local. París es "la ciudad del amor", Barcelona es "la ciudad condal", Salamanca es "la ciudad dorada" y Bilbao también tiene su particular sobrenombre: 'El Bocho'. Aunque es muy utilizado por sus habitantes, en el resto de España no es tan conocido. ¿De dónde viene este curioso nombre?
La respuesta está en la geografía y en el idioma. “Bocho” es una castellanización de la palabra en euskera botxo, que significa literalmente “agujero” o “hoyo”. El término hace referencia directa a la ubicación de Bilbao: una ciudad asentada en un valle y rodeada por montañas, como Artxanda, Pagasarri o el Monte Avril. Esta disposición topográfica hace que desde muchos puntos elevados se vea Bilbao como una cuenca cerrada, una especie de gran hoyo natural.
Un término con más de un siglo de uso
Aunque hoy en día el término se utiliza en contextos informales y con cierto tono humorístico o afectivo, su origen documentado se remonta al siglo XIX. Uno de los primeros en plasmarlo por escrito fue el escritor bilbaíno Emiliano de Arriaga, que en 1896 publicó el Lexicón etimológico, naturalista y popular del bilbaíno neto, una recopilación de expresiones y términos locales. En este compendio ya aparece botxo como forma coloquial para referirse a Bilbao.
Unos años antes, en 1891, Miguel de Unamuno también había utilizado el término en uno de sus artículos para el periódico El Nervión. En un texto titulado Sartas sin cuerda, Unamuno describía el paisaje urbano haciendo uso de la palabra bocho, integrándola como parte del vocabulario costumbrista de la ciudad.
Desde entonces, su uso se ha mantenido de forma constante, especialmente entre la población local. No se trata de un apodo oficial, pero sí de uno con un fuerte arraigo cultural y que aparece frecuentemente en conversaciones, publicaciones locales, nombres de comercios e incluso en grafitis y redes sociales.
Aunque el Bocho sigue siendo una forma común de referirse a Bilbao, especialmente entre las generaciones adultas, su uso ha disminuido ligeramente entre los más jóvenes, que tienden a emplear otros términos más actuales o neutros. Aun así, la palabra conserva su función como apodo reconocible dentro del ámbito local.
También es habitual ver variantes como el botxito, en diminutivo, o simplemente Botxo, que mantiene la raíz en euskera. Todas estas formas comparten el mismo origen y significado, haciendo referencia a la posición geográfica de la ciudad, encajada entre colinas.
A pesar de que el sobrenombre 'El Bocho' no tiene un trasfondo místico, no es fruto del azar. Es un término con una explicación sencilla: la morfología del terreno en el que se asienta Bilbao. Su persistencia en el lenguaje popular es un reflejo de cómo las características físicas de un lugar pueden influir en la identidad y el habla cotidiana de sus habitantes.
Aunque poco conocido fuera del País Vasco, entender este apodo es también una forma de acercarse a la historia y singularidad de una ciudad que ha sabido mantener su personalidad incluso en los detalles más coloquiales. Y es que pocas veces una palabra tan sencilla describe tan bien una realidad física y cultural.
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