Buenos Aires
Patricia García: «Mandela demostró que el deporte puede cambiar hasta la filosofía de un país»
Jugadora de rugby
A sus 23 años, Patricia García (Diciembre de 1989, El Escorial) juega al rugby en el Olímpico de Pozuelo, es entrenadora, Representante de Jugadoras en el Comité Desarrollo Rugby Femenino Europa...«Con organización da tiempo a todo», afirma. También es embajadora de rugby, deporte que será olímpico en 2016, para Madrid 2020. Estará en Buenos Aires para apoyar a la candidatura.
–¿Cómo le enganchó el rugby?
–Lo conocí a través de una amiga, venía del atletismo y por aquella época jugaba al fútbol, y ella lo había conocido igual, al final esto es boca a boca en el periodo de la universidad, y fue ahí mi primer contacto con el rugby.
–Siempre ha estado ligada al deporte...
–Desde muy pequeña mis padres siempre me han involucrado en la música, el deporte... Y en seguida fue vocación. He pasado por diferentes deportes: baloncesto, fútbol sala, atletismo, tenis, natación... Todo. Hasta llegar al rugby. Y también a nivel de formación, he estudiado INEF, por eso digo lo de la vocación.
–El rugby tiene fama de ser un deporte noble, pese a los golpes...
–Lo que siempre destacamos, y a mí es lo que me enamoró también del deporte, son los valores del rugby. Creo que están por encima de la propia competitividad, del resultado. Los valores de honestidad, de humildad, de respeto al árbitro, al adversario y a tu propio equipo. Eso es lo más destacable del rugby, yo creo.
–¿Y la primera vez que le hicieron un placaje no se lo pensó?
–Fue está amiga, que también juega ahora en la selección española de rugby, Irene Schiavón. Ella, en los entrenamientos de fútbol, aprovechaba la coyuntura de un partidejo para meterte un placaje. No te lo esperabas porque estabas jugando a otro deporte, y te placaba. Ahí fue cuando surgió ese« feeling». Pensé: «Esta sensación es diferente». Fue lo que me hizo ir a probarlo.
–Y no es un deporte de hombres...
–Para nada, creo que es rugby y punto.
–¿Cómo está el rugby en España, tanto el masculino como el femenino?
–A nivel de desarrollo creo que el rugby practicado por las chicas, en comparación con los otros países, está más desarrollado que el de los hombres. Hay muchos más chicos practicándolo, pero sí que es verdad que hay otros países en los que esta diferencia es más grandes. En otros países como Inglaterra, Francia, Nueva Zelanda o Australia, el rugby masculino está mucho más desarrollado que en España, por tradición, pero en el femenino se acortan las diferencias porque lleva menos años practicándose en todo el mundo.
–No es un deporte mayoritario, pero siempre te encuentras a alguien a quien le gusta el rugby...
–En España no hay una gran cultura de rugby, ni mucho menos, porque en televisión no se saca mucho, no lo vemos mucho en los medios, aunque ahora estamos mucho más en auge. Sin embargo, en cuanto sales de España es un deporte conocido por todo el mundo, y bien. Aquí muchos confunden el rugby con el fútbol americano, y es normal por las películas de televisión, yo lo entiendo, pero fuera es mucho más popularizado. He estado dos años jugando en Francia y allí era el deporte rey.
–¿El fútbol acapara demasiado aquí o puede convivir con otros deportes?
–Creo que hay un poco de monopolio, aunque otros deportes como el tenis o el baloncesto se hacen sus huecos. Yo tengo esperanza y desde nuestra parte estamos trabajando para que se oiga más rugby en este caso y otros deportistas hacen una gran labor para que se oigan otros deportes.
–Las chicas españolas estáis espectaculares en todos los deportes. ¿Por qué?
–A pesar de tener menos medios, al menos económicos, esto ha hecho que saquemos otro tipo de fuerza para seguir el entrenamiento del día a día, para dedicarnos a esto, y el no tener las condiciones perfectas hace que desarrolles un carácter un poco más que te una a la propia actividad que estás haciendo, y eso se demuestra en competición. Además, ahora mediáticamente se está dando mucho más auge y más importancia a los resultados femeninos, aunque también existían antes. Yo creo que es una mezcla de los dos: las leonas en rugby tenemos mucha garra y no es que tengamos una cantidad de medios exagerada, es algo normal, pero eso en competición, en comparación con otras chicas, hace que saques el carácter.
–Se está ganando en deportes a rivales que multiplican por mucho las licencias.
–La calidad no tiene que ver con la cantidad. Hay una parte de talento, pero otra más importante que es el entrenamiento, la dedicación y la perseverancia, y eso no se paga con dinero.
–¿Qué le aporta el rugby personalmente?
–Para mí es una forma de ver la vida, es una forma de vivirla, no sólo por lo de dentro del campo, por lo de fuera, el ámbito social, los valores... Yo creo que es capaz de ilusionar a la gente y de cambiar... Ya lo hizo Nelson Mandela, a través del rugby cambió la visión, la filosofía, el mundo en su país. Yo veo que tiene mucho poder y es lo que me ha enamorado, esa transferencia a la vida.
–¿No son los deportistas los mejores embajadores de España hoy en día?
–Representan al país, por eso es importante que sea una imagen limpia, clara, y que represente unos valores porque detrás está todo un país.
–Se escapa de una rival, va a hacer un ensayo. ¿Qué siente?
-Depende de la situación. En ensayos muy decisivos se te junta toda la adrenalina. Todo el gozo lo sientes en un mismo momento. A veces no te da tiempo a pensar, pero otras ves que vas a hacer el ensayo porque no te han llegado a placar y entonces tienes esos metros de fluir, de gozar, de disfrutar.
–¿Y cómo sería eso en Madrid, en los Juegos, en 2020?
–El sueño. Yo creo que no hay nada mejor para un deportista que disputar unos Juegos Olímpicos, y si son en casa no sé si se puede pedir mucho más.
–Tenía dos años y medio cuando fueron los Juegos en Barcelona. ¿Qué le han contado?
–Parte me han contado y parte he visto, pero aunque tuviera dos años y medio, Barcelona 92 a mí me ha marcado como deportista y me ha hecho fijarme en ídolos deportivos que se han creado a raíz de ahí y en todo el desarrollo del deporte que se ha hecho en el país gracias a los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Creo que es algo muy positivo y si nos lo dieran a Madrid podríamos hacer lo mismo, o incluso mejor.
–¿Cuál es su primer recuerdo olímpico?
–Fermín Cacho en Barcelona 92.
–Es usted abanderada de Madrid 2020. ¿Cómo lo lleva?
–Es una recompensa, un orgullo, una ilusión tremenda poder representar al rugby 7 para la candidatura e ir a Buenos Aires junto con otros deportistas.
–¿Dudó cuando se lo propusieron? Hay gente que lo ve un gasto innecesario.
–Yo creo que es una inversión. Ya se ha invertido en dos candidaturas anteriores y hay mucha parte construida. Es una inversión para Madrid y para España. Es algo muy positivo. Pienso en algún evento que tenga más repercusión para la sociedad o para la población en general y lo mejor que se me ocurre son unos Juegos Olímpicos. Si haces un trabajo bien hecho no veo puntos negativos por ninguna parte.
–¿Le preocupa la situación del deporte con los recortes que está habiendo?
–Es inevitable. Hay una realidad que es la crisis y se han reducido las ayudas públicas, en este caso a los deportistas. Habría que mirar la manera de evolucionar y seguir creciendo. Habría que mirar otros sistemas que funcionen u otras maneras de involucrar a las empresas o el dinero privado para ayudar al deporte a desarrollarse. Es una sinergia que podamos crecer diferentes partes juntas.
–Se puede quedar gente joven y buena en el camino...
–Si alguien se pierde por la falta de recursos económicos la situación tiene que ser muy crítica. Si tienes unos valores o una pasión por lo que haces, no sólo en el deporte sino en cualquier cosa en la vida, de verdad lo vas a sacar si lo quieres hacer. El camino se puede facilitar, se puede hacer más popular, con más ayudas, pero creo que la parte más importante que nunca puede fallar es la pasión y eso el dinero no lo compra.
–Jugó en Francia. ¿Qué le aportó?
–Ver más allá. Tener una visión nueva del rugby, ver que allí es el deporte rey, cómo trabajan, aprender de otros países que están desarrollados en este aspecto... Intrínsecamente, dentro del rugby, muchísimo, pero también como persona conocer otra cultura, desarrollarte y desempeñarte en otro contexto. Ha sido una experiencia muy bonita.
–Y ahora va a Nueva Zelanda...
–Mi entrenador del Olímpico de Pozuelo, que es mi club aquí en Madrid, es neozelandés y nos ha facilitado mucho esta experiencia, todo el tema logístico y de organización simplemente para poder tomar la decisión de ir o no ir, y yo sabía que en algún momento quería ir, porque si en Europa están Francia o Inglaterra como países cabeceros del rugby, en el mundo entero es Nueva Zelanda. No tuve muchas dudas.
–¿Por qué tiene que ganar Madrid el día 7 en Buenos Aires?
–Ya es la tercera vez, estamos demostrando mucha persistencia, que queremos los Juegos de verdad para Madrid y tengo fe en que todo el trabajo que han desarrollado las diferentes candidaturas, no sólo ahora, tenga sus frutos en Buenos Aires.
–¿Cómo convencerías a un miembro del COI?
–No creo que sea yo la persona que tiene que convencerlos. Lo que tiene que convencerlos es el trabajo que han desarrollado en toda la candidatura. Los deportistas en este caso apoyamos la candidatura en forma de imagen. No es solamente un tema político o social, es también deportivo, estamos detrás y apoyando fuerte, porque queremos los Juegos.
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