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Torra se aparta y Mas da un paso al frente

El president deja en el aire la posibilidad de un adelanto electoral. Admite que no está «exclusivamente» en sus manos aunque su voluntad es agotar la legislatura hasta 2021

Carles Puigdemont
Carles PuigdemontlarazonAgencia

Quim Torra despejó ayer cualquier duda respecto a su futuro y reiteró, como había hecho en anteriores ocasiones, que no se plantea repetir como candidato a la presidencia de la Generalitat. Descartado así para la reelección –si acaba condenado, tampoco hubiera podido concurrir–, JxCat acota sus posibles cabezas de cartel de cara a las elecciones catalanas. La fecha en la que se celebren será determinante también para decidir quién puede liderar el espacio neoconvergente en la cita electoral.

Es el caso, por ejemplo, de Carles Puigdemont, que, pese a haberse mantenido con un perfil más discreto como alternativa a liderar la candidatura, es el mayor activo político de JxCat y tiene mucha ascendencia entre el electorado independentista. Prueba de ello es que, en las elecciones europeas del 26 de mayo, se logró imponer a ERC con holgura –rondó el millón de votos y sobrepasó el 28% de los sufragios en Cataluña–, aunque su margen para ser candidato merma en la medida en que la sombra de su extradición a España se agranda. La Justicia belga ha fijado para el próximo 16 de diciembre la vista oral sobre la euroorden dictada contra el propio ex president y al resto de consellers.

Puigdemont podrá ser candidato hasta que no sea condenado, aunque en función del desarrollo y desenlace de esa vista, la convocatoria de elecciones podría precipitarse. En esa línea, Torra, pese a que afirmó ayer que su voluntad no es convocar comicios y se plantea agotar la legislatura –que acabaría en 2021–, es consciente de las circunstancias cambiantes y no cerró del todo el camino a las urnas en 2020.

Incompatible con ser europarlamentario

«Yo le digo que no tengo intención de convocar elecciones pero vivimos tiempos en que las cosas no dependen exclusivamente del dedo del presidente de la Generalitat sino de los entornos y las situaciones», dijo en una entrevista en «Rac1» y añadió que «hoy» descarta convocar elecciones. Unas palabras muy significativas y reveladoras ya que, a diferencia de hace unas semanas –previo a la sentencia del «procés» y el 10-N–, JxCat ha aparcado su rechazo frontal al adelanto electoral para empezar a contemplarlo, aunque sea de manera lejana.

También es cierto que Puigdemont está ahora pugnando por conseguir la inmunidad parlamentaria tras escogido eurodiputado en las elecciones del 26 de mayo. De lograrlo, podría regresar a España sin ser detenido, aunque también impediría que se postulara como candidato a la Generalitat, ya que es incompatible con ser europarlamentario. En las próximas semanas está previsto que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronuncie sobre el líder de ERC, Oriol Junqueras.

Aunque Puigdemont sea el mayor activo y, de hecho, es el candidato que más temor despierta entre sus rivales políticos, JxCat también alberga otras posibilidades para liderar una futura lista electoral. Laura Borràs es la alternativa que más fuerza toma en las últimas semanas, más si cabe después del resultado que obtuvo en el 10-N. La candidata al Congreso venció a todas las encuestas, que pronosticaban un desplome, y, además, mejoró los resultados con respecto a abril. La propia Borràs no se ha descartado: recientemente, evitó pronunciarse al respecto.

Mientras tanto, Artur Mas se mantiene a la expectativa. Aunque ahora desempeña un destacado papel en los entresijos del espacio neoconvergente, en plena fase de reorganización, tampoco es descartable que acabe dando un paso de cara a una candidatura a la presidencia de la Generalitat. Para ello, sin embargo, las elecciones se deben convocar después del 23 de febrero, cuando concluye su inhabilitación por la organización de la consulta del 9-N en 2014. Bien es cierto que Mas también promueve otros candidatos afines. En el catálogo de presidenciables aparecen la consellera de Empresa, Àngels Chacón, un perfil más moderado y pragmático –se ha destacado como contraria a los boicots empresariales–; el conseller de Territorio, Damià Calvet, con una gran capacidad para la gestión y con una creciente proyección pública; o, Elsa Artadi, próxima a Puigdemont, que ahora ha perdido cierto protagonismo al pasar al Ayuntamiento de Barcelona y dejar la Generalitat, donde ejercía un papel determinante en el Govern.