Pedro Sánchez

Sánchez e Iglesias pactan hasta veinte ministros a la espera de ERC

Hasta después de la Investidura no se dará a conocer el Gobierno que ya está cerrado. Sánchez logra todo el poder económico para frenar las medidas moradas como el impuesto a la banca o el control del alquiler.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se abrazan / Foto: Alberto R. Roldán
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se abrazan / Foto: Alberto R. Roldánlarazon

La absoluta discreción sigue imperando para proteger el gobierno de coalición con el que el PSOE y Podemos pretenden recibir las navidades. Estar ajenos al ruido mediático y haber reducido al máximo los equipos negociadores ha beneficiado a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias en la confección de su «casa común».

El edificio de la coalición está ya cimentado al completo al igual que la negociación que entronca la parte programática del futuro Ejecutivo. No quedan flecos que atar ni en la conformación del Consejo de Ministros ni tampoco en las medidas que pondrá en marcha la nueva Moncloa. Según ha podido saber este diario, la coalición está lista ya, pero no se dará a conocer hasta que la Investidura sea una realidad, como los propios líderes de cada partido informaron dos días después de las elecciones. Aunque no ha habido vetos, Pedro Sánchez sí ha «vencido» en el terreno económico, que dependerá exclusivamente del PSOE, enmarcado bajo el poder de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. Sánchez logra así el «win-win» con el que pretenderá imponerse ante la vertiente crítica que estalla dentro y fuera de su partido contra el acuerdo con Podemos y la negociación con ERC y también, ante las élites económicas. El propio Pablo Iglesias asumió en una carta a la militancia que a su formación le tocaría ahora «ceder mucho» en pro de la nueva coalición. Los de Iglesias, en el camino de la negociación renunciaron a presidir el ministerio de Vivienda al asumir que «no vamos a poder parar desahucios, ni regular el alquiler», según aseguraba un diputado. Con Nadia Calviño, los de Iglesias no podrán poner en marcha algunas de sus medidas bandera como el impuesto a la banca, creación de una empresa pública energética o bajar el precio de la luz e intervenir el mercado del alquiler. Sí ha habido consenso en una subida progresiva del Salario Mínimo Interprofesional; una de las exigencias clave para Podemos. Pero, el PSOE no ha cedido a la completa derogación de la reforma laboral, que sí aparecía en términos generales en el acuerdo para los Presupuestos Generales pactados el año pasado. Así, el Ministerio de Trabajo –que recaerá en la figura de Yolanda Díaz– estará desgajado de la Seguridad Social.

El partido morado también ostentará la cartera de Igualdad, encabezada por Irene Montero, –aunque la vicepresidenta Carmen Calvo podría seguir guardándose peso en esta materia y como vicepresidenta política– y, serán también los titulares de Universidades, sillón que, en último minuto, Pablo Iglesias ha decidido ceder a los comunes, con el fin de que en el nuevo Consejo de Ministros estén representadas todas las sensibilidades del partido. El propio Pablo Echenique habría dado un paso atrás para que sea un catalán el que ocupe la cartera, aunque el perfil elegido de En Comú Podem no ha sido desvelado, pero sí está descartado el de Jaume Asens. En cuanto a la materia de Ciencia que se desglosa de Universidades, no peligra el nombre de Pedro Duque, pues algunas fuentes apuntan a que Sánchez no estaría dispuesto a dejarle caer debido al perfil científico muy valorado dentro del Gobierno. No hay dudas sobre la continuidad de José Luís Ábalos, actual ministro de Fomento y de María Jesús Montero, responsable de Hacienda, en el Gobierno. La cartera de Transición Ecológica seguirá bajo la mano de Teresa Ribera y no se esperan grandes cambios para el titular de Agricultura, Luis Planas. Los únicos nombres que están en duda, pero que podrían ocupar otras responsabilidades, son el de la ministra de Trabajo, Magdalena Valero y María Luisa Carcedo, Sanidad.

Serán tres o cuatro ministerios los que encabece Podemos, –unidos a la vicepresidencia social de Pablo Iglesias– que ya están cerrados, aunque no se den a conocer. Todo apunta a que, en el caso de que los morados hayan firmado ya cuatro departamentos, será el líder de IU ese número cuatro –negociado a última hora– y que podría liderar una cartera de menor peso, Juventud o Comercio, desgajado, seguramente de otro ministerio. En todas las quinielas anteriores se contaba con que Alberto Garzón accediera como alto cargo, pero desde IU se había encarnado en los últimos días una lucha de poder para conseguir que el nombre su coordinador federal entrara dentro de la cuota morada. Cargos de IU recelaban de que fuese Yolanda Díaz y no Garzón el que entrara en el Gobierno. En el partido han confeccionado un organigrama partiendo de la premisa de elegir a los mejores perfiles, sin dudar de la valía del coordinador de IU. Así, si en esa coalición ya cerrada se han mantenido los 17 ministerios actuales de Sánchez, el gabinete podría componerse de 20-21 ministros, siempre que finalmente se cree un cuarto ministerio.

Los esfuerzos de PSOE y Podemos se encuentran ahora en cerrar los apoyos necesarios para dar luz verde a la Investidura. Aunque ambos partidos ya hayan cerrado ese gobierno de coalición, la abstención de ERC se torna imprescindible. En el Congreso de los Diputados, en estos días, el ambiente que se describe en los pasillos es de confianza y de hecho cargos del partido morado asumen que el liderazgo lo debe llevar el PSOE, mientras que ellos deben mantener «la discreción». El propio Iglesias así lo reconocía esta semana aunque daba por descontado que por Nochebuena habría un Gobierno de coalición.