Elecciones autonómicas

Cifuentes: Ilusionar y hacer equipo, sus retos

Cristina Cifuentes ayer en una cafetería del centro de Madrid
Cristina Cifuentes ayer en una cafetería del centro de Madridlarazon

Cospedal comunicó a la candidata su designación 5 minutos antes de hacerla pública.

«Ahora toca currar e ilusionar, no a los militantes, que también, sino a la gente». Es el «leitmotiv» con el que, apenas doce horas después de confirmar que será la cara de los carteles del PP en las elecciones a la Comunidad del próximo 24 de mayo, ya trabajaba ayer el equipo de la Delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, mientras ella comenzaba lo que han bautizado como «un fin de semana de reflexión». Reflexión porque si hasta este momento la responsabilidad ha sido enorme, ahora comienza lo realmente difícil: Cifuentes necesita cerrar cuanto antes un equipo con un calendario electoral que pisa los talones a la candidata popular a dos meses del inicio de la campaña electoral.

Una llamada telefónica de Cospedal el viernes por la tarde, apenas cinco minutos antes de que el PP hiciera oficial su nombramiento, ponía en marcha a la aún delegada del Gobierno en Madrid para una tarea que, dicen, no por anunciada en multitud de quinielas era la esperada para la protagonista, que después habló con Rajoy. La noche fue larga en la Delegación del Gobierno, donde el gabinete de Cifuentes (apenas tres personas y un concejal del Ayuntamiento de Madrid íntimo amigo de la elegida) celebró su primer «cónclave» como candidatos hasta las cuatro de la mañana.

En el partido, entre los fieles al presidente de la Comunidad, Ignacio González, el movimiento de Génova se leía ya ayer como una estrategia que «apacigua los ánimos a nivel interno». Y es que, aseguran fuentes de la formación, aunque el 80 por ciento de los militantes están contentos con el tándem Aguirre-Cifuentes creado por Rajoy, «al 20 por ciento restante, y que preferían a González como cabeza de cartel por su buena gestión, el nombramiento de Cifuentes es el único que les convencía en caso de que el presidente cayera de la carrera electoral. Ella cae muy bien», añaden. Los motivos, apuntan, son que «Cristina gusta en las bases, nunca ha descuidado el partido, y además es muy influyente y mediática».

De que Cifuentes «vuelve locos», así lo refieren literalmente desde su entorno, a un importante sector de populares, dan cuenta sus perfiles en las redes sociales en los que la delegada del Gobierno nunca duda en subir sus «selfies» tanto con dirigentes del PP como con admiradores de a pie. Cada uno de sus pasos como Delegada –cargo en el que espera continuar el máximo tiempo posible y para el que Rajoy tendrá que buscar ahora un sustituto– quedan reflejados con todo detalle en su cuenta de Twitter. Torrejón de Ardoz, Arganda, Parla... Su labor al frente de la Delegación del Gobierno ha mantenido semana a semana a la flamante candidata regional junto al ejército de base del Partido Popular en la Comunidad de Madrid. Unos contactos de los que, según confirmaban ayer fuentes de su entorno, se nutrirá ahora para formar el Grupo Parlamentario que liderará a lo largo de la décima legislatura en la Asamblea de Madrid.

Nombres claros, de momento, hay pocos. Y es que, después de tres años representando al Ejecutivo de Rajoy en Madrid y veinte como parlamentaria en la cámara autonómica –etapa en la que ocupó la vicepresidencia de la cámara y fue portavoz adjunta de los populares–, la ausencia de un equipo claro es uno de los principales hándicaps a los que se enfrenta ahora Cristina Cifuentes. «En la Delegación somos muy pocos», reconocía ayer un miembro de su gabinete. «Estamos hablando de una mujer cien por cien del partido, siempre ha estado donde le han pedido, no tendrá problemas para crear su “ejército” a pesar de que, como vicepresidenta de la Asamblea, no tenía más equipo que el de Aguirre que es el de todos», aseguraban fuentes del PP de Madrid que apuntaban los nombres de «cuatro o cinco alcaldes» con los que Cifuentes «ha congeniado mucho» como por ejemplo los de Torrejón, Pedro Rollán; Móstoles, Daniel Ortiz; o Juan Soler y Paloma Adrados, regidores de Getafe y Pozuelo de Alarcón de los que, además, fue compañera en la tribuna regional de diputados.

En cualquier caso, los que conocen el engranaje del partido en la Comunidad creen que la llegada de Cifuentes a la candidatura regional provocará una importante renovación dentro del Grupo Parlamentario. Una nueva etapa para el PP para la que Cifuentes se nutrirá de los apoyos que ha sumado al frente de la Delegación de Gobierno y que se unen a los que ya tenía como miembro del Comité de Dirección, del Comité Ejecutivo y de la Junta Directiva Regional del PP de Madrid, del que es también presidenta del Comité de Derechos y Garantías. Rosalía Gonzalo, su actual directora del gabinete y parlamentaria regional, será, según las fuentes consultadas por este periódico, uno de sus valores fijos. El concejal de la capital y presidente del Pleno de Cibeles, Ángel Garrido, que nada más conocerse la designación de Cifuentes el viernes destacó «el toque de frescura» que supone su candidatura, es otra de las personas que suena con fuerza como uno de los futuros miembros del círculo profesional más íntimo de la «número uno» del PP a la Comunidad de Madrid. Fuentes cercanas a la candidata también apuntaron a miembros del Ejecutivo de Gónzalez durante estos años como los consejeros Jesús Fermosel o el ex titular de Sanidad, Javier Rodríguez, como miembros del partido a los que ella «adora». También destacaron la buena relación de Cifuentes con la titular de Educación, Lucía Figar; el director general de Cooperación con la Administración Local de la Comunidad, Carlos González Taboadas, o el edil de la capital Carlos Izquierdo.

«Trabajo, honestidad e ilusión»

Una vez esté listo, el equipo se centrará en «trabajar por todos los madrileños sin descanso, con honestidad y mucha ilusión, para que nuestra Comunidad siga avanzando», compromiso que adquirió la candidata regional, y que plasmó en Twitter unas horas después de su confirmación. ¿Cómo lo hará? Como jefa de la Policía Nacional y la Guardia Civil en la región, Cifuentes ha pisado desde enero de 2012 la Cañada Real para conocer el problema de los clanes de la droga allí asentados, se ha reunido con colectivos homosexuales, con los taxistas, ha tratado de acabar con la trata de mujeres y ha impulsado la expulsión de las bandas latinas del país. Le tocó lidiar con el 15-M en su primer aniversario y con el mayor repunte de manifestaciones en la capital (hasta diez diarias), algunas especialmente complicadas como los «Rodea el Congreso» o el 22-M. De todas ha conseguido salir airosa y siempre ha contado con la aprobación de los mandos policiales, informa L. L. Álvarez. Ahora, ya como cabeza de cartel, Cifuentes continuará mañana en la Casa de Campo con sus tareas como representante del Ejecutivo de la Nación en un acto con las Unidades de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional. El jueves, en Tres Cantos, volverá a tener oportunidad de «sondear» a posibles candidatos para su equipo en otra cita con 57 alcaldes de la Sierra Norte de Madrid que están convocados a una junta local de seguridad que presidirá la delegada.

Hoy le toca descansar, si le dejan, porque la carrera ya ha empezado.