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Drama en Dortmund

El Málaga, que estaba clasificado para las semifinales en el minuto 90, cayó eliminado al encajar dos goles en el tiempo de prolongación. El tercer tanto del Borussia llegó en fuera de juego

El jugador del Málaga Sergio Sánchez se lamenta tras perder ante el Borussia
El jugador del Málaga Sergio Sánchez se lamenta tras perder ante el Borussialarazon

El Málaga fue eliminado en Dortmund en un final dramático. Lo que parecía imposible en el minuto 90 había sucedido tres minutos después. Dos goles en el tiempo de descuento del Borussia, el tercero y definitivo marcado en fuera de juego, fueron un castigo excesivo para un equipo que ya tocaba el cielo en una temporada histórica. Las lágrimas de la plantilla sobre el césped y en los vestuarios del Iduma Park nunca estuvieron más justificadas.

Manuel Pellegrini había llegado a media tarde al hotel de concentración desde Santiago de Chile, donde había asistido al entierro de su padre, y pudo dar la charla habitual a sus jugadores. Los alemanes se tomaron el partido con calma y desde los primeros momentos el Málaga dominó. Con Baptista y Joaquín como hombres más adelantados, sin un delantero centro de referencia, los malagueños conseguieron cortocircuitar a los alemanes. El Málaga pretendía asegurar el balón y no perderlo. Lo consiguió, pero cuando el Borussia lograba romper la primera línea, el vértigo era evidente. Transiciones rápidas, balones cortos, pases al primer toque y peligro, mucho peligro. Pero siempre había algún hombre dispuesto a romper la jugada de ataque alemana. Demichelis, con una primera parte impecable, lideró la defensa andaluza.

Vista la situación, el Málaga se atrevió a buscar la portería local. Y tuvo premio. Baptista logró bajar un balón cerca del área, se lo dio a Joaquín y éste atrajo a toda la defensa hacia él. Con un regate sutil se desembarazó de todos los defensas y con su pierna izquierda lanzó un disparo raso, ajustado al palo, al que no pudo llegar Weidenfeller. Era el 0-1 y el infierno alemán, el temible «Muro Amarillo», enmudeció. Nadie lo esperaba, pero el Málaga se puso por delante. El Borussia continuó a lo suyo, con muchos problemas para la creación, pero con peligro. Una pérdida en el centro del campo, lo que no debía ocurrir bajo ningún concepto, originó una contra vertiginosa. El esférico llegó a Gündogan, que de primeras cedió a Reus y éste, de tacón, a Lewandowski. El polaco entró por el centro, picó el balón ante la salida de Caballero y empató antes del descanso.

La segunda mitad se inició con un nuevo disparo de Lewandowski que paró Caballero. El portero fue un muro toda la noche hasta que el colegiado escocés se hizo el sueco. Lo intentaron sin fortuna Joaquín, Götze, Toulalan y Reus, con grandes intervenciones de ambos cancerberos. Hasta que Isco rompió por el centro, cedió al hueco a Baptista, que remató. Cuando el balón se dirigía hacia la portería vacía, Eliseu lo empujó, quizá en fuera de juego. El tanto subió al marcador y ponía en ventaja a los malaguistas a diez minutos del final. La semifinal era casi un hecho, pero... En el primer minuto de prolongación empató Reus, tras un fallo en el despeje. Dos minutos después, el Borussia volvió a la carga. Centro al área y con varios jugadores en fuera de juego, el balón llegó a Santana, que marcó a puerta vacía el tanto definitivo. El gol ilegal que eliminaba al Málaga llegaba en el minuto 93. El castigo fue excesivo para un equipo que ha cerrado una competición sobresaliente.