Economía para septiembre: ¿Qué es un emprendedor?

Esta palabra parece haber sustituido a la de empresario, pero no tiene por qué haber ninguna distinción. Son la misma cosa: se refieren a una persona que arriesga su capital para crear un negocio sin saber cómo le irá y con el riesgo de perderlo todo, algo que sucede muchas veces. Sin embargo, en ocasiones la palabra emprendedor tiene dos connotaciones especiales. La primera connotación es que se supone que es el empresario actual, no el clásico de toda la vida y al que se representa con chaqueta y corbata.

Algo que no es cierto porque muchos empresarios siempre han estado en ropa de faena. Vamos, que el emprendedor va en mangas de camisa es joven y vive por y para internet. La segunda connotación es política, a los políticos les encantan los emprendedores porque suena a algo moderno. También porque de esta forma no utilizan la palabra empresario que posee, sin razón alguna, connotaciones peyorativas. Esas connotaciones han salido desde púlpitos, cátedras o tribunas para criticar y descalificar desde hace siglos a los empresarios. A estas criaturas se las ha acusado de todos los males habidos y por haber.

Muchos políticos están encantados con los emprendedores. De hecho, acaba de salir una ley con ese nombre: Ley de emprendedores, para facilitarles la creación de empresas y el crédito.

¿Es el crédito fundamental para una empresa? Depende. Una compañía con acceso a préstamos pero con costes laborales altos estaría en mala situación. También tendría problemas otra empresa con costes laborales bajos pero a la que nadie prestara un euro. Bueno, esta última estaría peor. Se ha hablado tanto de la necesidad de que fluya el crédito que hemos terminado por pensar que sin crédito no hay quien resista. Lo más importante para que una empresa prospere es que el empresario tenga una buena idea e invierta bien poco o mucho capital de que disponga para poner en marcha su negocio. Ese capital puede incluir por supuesto el crédito, o no. De hecho, muchas pymes se han creado con poco capital y crédito. En esa línea, Infoempleo asegura en un estudio reciente que el 20 por ciento de las nuevas empresas, las «startup», se creó sin ninguna financiación. También recoge que el 46 por ciento de esos negocios se montó con financiación propia.