Mariano Rajoy

Rajoy comunica a los partidos que no enviará más tropas contra el EI

Desmiente que las Fuerzas Armadas españolas vayan a sustituir a las francesas en el Sahel, información de la que Sánchez se hizo eco para tensar el pacto antiyihadista

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoylarazon

Desmiente que las Fuerzas Armadas españolas vayan a sustituir a las francesas en el Sahel, información de la que Sánchez se hizo eco para tensar el pacto antiyihadista

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, gestionará con «prudencia y equilibrio» la crisis internacional provocada por los atentados de París y la amenaza yihadista. Es partidario de que las decisiones que se tengan que adoptar se tomen después de las elecciones, y sean aprobadas por el próximo Congreso de los Diputados. Pero desde Moncloa también precisan que ése es el deseo, pero que España tiene que responder a sus compromisos internacionales y estar a lo que se decida y a lo que planteen sus socios y, en concreto, Francia. Aún no hay petición por parte de las autoridades francesas ni sobre la mesa barajan ningún escenario de incremento de las misiones en el exterior.

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, «desmintió» ayer la información de «El País» que apuntaba a que las Fuerzas Armadas españolas podrían sustituir a las francesas en el Sahel para liberar a éstas para sus operaciones contra el Estado Islámico en Siria e Irak. «Esa hipótesis no está encima de la mesa. Ni se nos ha pedido ni se ha ofrecido», sentenció. El Gobierno expuso de nuevo, no obstante, su compromiso en la lucha contra el Estado Islámico dentro de la coalición internacional, e insistió en que las decisiones dependen de la «petición» que formule Francia, una vez que ha activado la cláusula europea que obliga a la asistencia de sus socios, y de la preceptiva autorización del Parlamento.

Rajoy volvió a dirigirse ayer a los partidos para desmentir dicha información e intentar preservar la unidad contra el yihadismo. Rajoy se comprometió la semana pasada con los líderes de la oposición a anticiparles las posibles demandas que formalice Francia y consensuar la postura de España. Y ayer les garantizó que si no les había comunicado nada, era porque no hay ninguna novedad: «No ha habido ni petición ni ofrecimiento. Y la voluntad del presidente es mantener el clima de unidad y de lealtad dada la magnitud del problema», explicó la vicepresidenta tras el Consejo de Ministros y después de una nueva reunión del Consejo de Seguridad Nacional, en la que valoraron la situación nacional ante la evolución del escenario exterior y las novedades en las operaciones policiales en Francia y Bélgica.

Sáenz de Santamaría subrayó que Rajoy había comunicado a los máximos representantes de la oposición que no les había informado de nada porque nada había. «El problema yihadista viene de hace muchos años y tenemos que trabajar por la unidad y por ser mucho más operativos. Como es un problema global, confío en que mantengamos un ambiente de lealtad y diálogo», insistió . Cerca de las dos de la tarde, desde Moncloa precisaron que Rajoy había estado intentando localizar al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pero que había tenido dificultades para ello. Sí le había resultado más fácil hablar con otros representantes de la oposición, como Pablo Iglesias.

Resulta que a primera hora de la mañana, Sánchez se hizo eco de la información de «El País», desmentida por Moncloa, tensando el pacto antiyihadista: se quejó en Onda Cero de que no se le hubiera informado de unas decisiones que el Gobierno niega que estén sobre la mesa y anticipó su rechazo a la presunta iniciativa. El liderazgo político por parte de Rajoy de la posición de los partidos frente a la amenaza yihadista, y su decisión de primar el acuerdo y la unidad, está dejando sin margen de movimiento al PSOE y a las demás fuerzas en una coyuntura ya claramente preelectoral. De hecho, la campaña amenaza con quedar marcada por el problema independentista y por la cuestión de la seguridad, dos desafíos que Rajoy está gestionando con habilidad y dejando ver que ha tomado nota de errores del pasado, como los que pudo cometer el ex presidente José María Aznar con los atentados del 11-M.

Sánchez lleva pidiendo al Gobierno desde hace días que tenga una «posición» sobre las medidas contra el terrorismo. «No podemos limitarnos a observar», dijo el miércoles. También se ha quejado de que el perfil de Rajoy fuese demasiado bajo. Pero ayer le criticó por lo contrario, por la presunta propuesta de relevar al Ejército francés. Ayer el problema no era el perfil bajo, y el silencio, sino que pretendiese tomar decisiones en plena campaña y con el Parlamento disuelto. Un ruido en la imagen de consenso que podía haberse evitado con una comunicación con Moncloa para contrastar si la información de la que se hacía eco se correspondía o no con la realidad.

«España participa activamente»

«El Gobierno desmiente rotundamente que haya hecho alguna oferta de carácter unilateral a Francia sobre modificaciones de despliegue militar después de los atentados . Asimismo, quiere precisar que, hasta el momento, ni Francia ni la coalición internacional contra Daesh ha requerido a nuestro país incremento alguno de nuestra contribución. El Gobierno recuerda que ya está participando activamente en la coalición en Irak. Asimismo mantiene una presencia defensiva en Turquía bajo mando de OTAN. Estas operaciones cuentan con un amplio apoyo del conjunto de fuerzas políticas representadas en el Parlamento», señaló el Gobierno en una nota.

Sámchez aclaró que no apoyará ningún cambio en el despliegue exterior que cuente sólo con el apoyo de la Diputación Permanente, el órgano que sustituye al Pleno del Congreso mientras está disuelto. Sánchez llegó a decir el lunes que apoyaba una intervención militar en Siria, donde el Estado Islámico ocupa amplias partes del territorio, si ésta cuenta con el aval internacional. Pero ha ido rebajando el tono en los últimos días sobre las medidas a tomar frente a la amenaza.