Las abuelas, reinas por naturaleza

Los seres humanos somos unos bichos raros. Comparados con cualquier otro animal de la naturaleza, hay que reconocer que tenemos nuestras «cositas». Una de las rarezas que más llaman la atención a simple vista es el modo en el que nacemos. Salimos del vientre de nuestra madre a «medio hacer», desvalidos, torpes, dependientes. Nada que ver con el resto de los mamíferos que, apenas unas horas después del alumbramiento, ya están brincando y, en muchos casos, buscándose las habichuelas por su cuenta. Hay muchas investigaciones que relacionan esta peculiar debilidad neonatal con la evolución de las relaciones humanas y con el surgimiento de los lazos familiares más potentes que existen en la naturaleza (los del Homo sapiens y su prole). Y una de ellas, que acaba de publicarse, se ha convertido en la mayor defensa científica de la existencia de las abuelas. Vamos a explicarnos.