Benedicto XVI
Fallece Benedicto XVI a los 95 años, el Papa de la renuncia
La capilla ardiente será instalada desde este lunes día 2 en la basílica de San Pedro del Vaticano
Adiós al Papa de la renuncia. Y mucho más. Al teólogo del diálogo, de la fe y la razón. A uno de los intelectuales más apreciados del siglo XX fuera de las fronteras de la Iglesia. Al pastor que plantó cara a la lacra de los abusos sexuales y que abordó las corruptelas curiales. Hoy, poco después de las nueve y media de la mañana fallecía Benedicto XVI a los 95 años de edad. Apenas tres días de agonía después de que el pasado miércoles el Papa Francisco desvelara que su estado de salud se había agravado y pedía oraciones porque se encontraba “muy enfermo”. “Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas, en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano”. Así rezaba el escueto comunicado del director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, dando por terminado una espera ante una situación que ya se presentaba como irreversible.
La capilla ardiente será instalada desde este lunes 2 de enero en la basílica de San Pedro del Vaticano y será el próximo jueves 5 de enero cuando Francisco presida su funeral. Se tratará de una celebración histórica en tanto que, hasta la fecha, no se tiene constancia de que un Papa en el ejercicio de sus funciones haya presidido el funeral de su predecesor. No en vano, en los últimos meses, el deterioro físico del pontífice alemán se había agudizado, reduciéndose su movilidad, con un hilo de voz que en estas semanas ya era imperceptible y con la visión mermada. Sin embargo, se había mantenido “lúcido” e, incluso, a comienzos de este mes de diciembre recibió alguna visita de sus colaboradores, amén de los ganadores del Premio Joseph Ratzinger de Teología. Su propio secretario personal el arzobispo Georg Gänswein ya había comentado en público desde hace tiempo que el Obispo emérito de Roma “se apaga como una vela: lenta y serenamente”. No obstante, nada hacía presagiar un desenlace en esta Navidad. De hecho, el propio Gänswein se marchó tras la celebración de la Nochebuena a Alemania y se vio obligado a regresar de inmediato el 28 de diciembre ante el pronóstico de su ‘jefe’.
Benedicto XVI ha fallecido en el dormitorio del primer piso en el monasterio Mater Ecclesiae, situado dentro de los muros del Vaticano, donde reside desde que renunció al pontificado en 2013. A pesar de la gravedad de su situación, en ningún momento fue traslado al hospital aunque la atención médica que ha recibido en todo momento por su equipo médico era constante. Hasta el último momento ha estado acompañado por Gänswein y por las cuatro consagradas Memores Domini que le asisten: Carmela, Loredana, Cristina e Rossella. Ellos conforman la pequeña comunidad de quienes comparten con él desde hace una década el día a día en el monasterio Mater Ecclesiae, un edificio ubicado dentro del territorio del Vaticano, situado a unos cuatrocientos metros de la Casa Santa Marta, la vivienda de Francisco.
Junto a ellos, también hay otras dos mujeres de referencia para el pontífice alemán, aunque no pernocten en el Matter Ecclesiae. Por un lado, Birgit Wansing, secretaria ejecutiva de Benedicto XVI, que vive en una comunidad de Schoenstatt en Roma. Por otro lado, la religiosa austriaca sor Christine Felder, perteneciente a un instituto de vida consagrada denominado ‘Das Werk’ -La Obra- y a la que los Ratzinger consideran una más de la familia. Estas seis mujeres han guardado hasta la fecha un silencio sepulcral y han permanecido siempre fuera del plano mediático, pero asistiendo en la cercanía. Tal y como describen algunos diarios germanos, hasta ayer mismo el pontífice concelebró la eucaristía con una estola que le colocó sobre sus hombros Gänswein.
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