Educación
Así educa la Iglesia
Un 20 por ciento del alumnado español de enseñanza primaria, secundaria y profesional se educa en centros católicos. Los centros educativos no sólo enseñan una serie de disciplinas, sino que deben llevar a la persona a su pleno desarrollo y eso supone suscitar las preguntas y proponer respuestas sobre el sentido de la persona, de la sociedad, del mundo. Ahí es donde se sitúa básicamente el proceso evangelizador de un centro cristiano, a través de todo el proceso de enseñanza, aunque no siempre los éxitos evangelizadores sean fáciles de medir y de percibir a corto plazo. Dentro del respeto a las opciones personales de cada uno, el colegio católico es, además, una plataforma donde se propone de modo explícito la fe y el mensaje cristianos, un espacio donde se crean oportunidades para la experiencia religiosa: es la tarea de la pastoral, que va destinada no sólo a los alumnos, sino también a los profesores, los colaboradores y las familias. La institución escolar pertenece al ámbito de la sociedad civil. Pero no se trata de una parcela que la Iglesia deba disputar al Estado, sino de una institución en la que la Iglesia puede con todo derecho insertarse, respetando su carácter de realidad secular. Los centros católicos lo entienden así. El saber conjugar la confesionalidad y la secularidad constituye uno de los factores clave del éxito de estos centros. La aportación de la Iglesia a la educación es fundamental en una sociedad plural como la nuestra, abierta a diversas propuestas éticas. La clave fundamental, además de buenos sistemas y medios adecuados, está en las personas: creer en ellas, querer a los alumnos, establecer con ellos unas relaciones cercanas y verdaderamente personalizadoras.
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