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El Papa refunda el Sínodo de los Obispos para aumentar la escucha y participación de los fieles

El papa Francisco / Reuters
El papa Francisco / Reuterslarazon

Uno de los puntos fuertes del pontificado de Francisco es la reforma de la Curia. Lo ha dicho en varias ocasiones: quiere que los máximos representantes de la Iglesia tengan una relación más cercana con los fieles y que su escucha y diálogo con las iglesias locales sea más cercana. En esta senda anunció ayer una nueva reforma con la vista puesta enel próximo Sinodo de los Jóvenes, que se celebrará en Roma del 3 al 28 de octubre. Ayer presentó una nueva Constitución Apostólica "Episcopalis communio", con el objetivo de reorganizar los encuentros sinodales -su metodología y composición- dando mayor participación de los fieles durante la preparación y en el debate. Bergoglio anunció que está constuitución entrará de inmediato en vigor y que afectará, por tanto, al próxido Sínodo.

El nuevo texto introduce la posibilidad de que el documento final con las conclusiones que se aprueban en cada sínodo pueda ser considerado vinculante para el magisterio del papa Francisco quiere que las asambleas del sínodo de los obispos involucren al "pueblo de Dios", como se lee en la introducción de la Constitución. Por ello, en el artículo 6 se establece que los obispos se tienen que ayudar de varios "organismos de participación" y "someter las cuestiones que serán afrontadas en la asamblea sinodal a los sacerdotes, a los diáconos y a los fieles laicos de sus Iglesias".

También se introduce, como ya ha hecho Francisco en estos sínodos, la participación, aunque sin voto, de personas que no sean obispos pero que puedan dar su testimonio ante los prelados.

Otra de las novedades, ya realizada para el sínodo sobre los jóvenes que se celebrará en octubre, así como el de la región Panamazónica previsto para 2019, es la posibilidad de realizar presínodos donde religiosos y fieles se reúnan para debatir sobre el tema elegido. En el documento se le reserva al pontífice la posibilidad de convocar un sínodo cuando lo requiera, antes se celebraban cada tres años, o se declaraban extraordinarios.

El papa argentino ya eliminó además la lista final de "las proposiciones de los padres sinodales", que se presentaban para redactar el documento final y en su lugar pidió la elaboración de un texto común que la asamblea tenía que votar para su aprobación. En este caso, la nueva Constitución habla de "unanimidad moral"para la aprobación del documento, mientras que en pasado se necesitaban la mayoría de dos tercios. Además este documento final, según la nueva Constitución, puede ser aprobado por el pontífice y este formar parte del "magisterio ordinario"sin la necesidad de que se realice después una exhortación apostólica si el papa ha dado a la asamblea carácter "deliberativo"y no solo consultivo