Catolicismo
Familias: ¡Ánimo!
Lo que cuenta es desenvolverse en el amor. El resto, viene solo. A Javier Echevarría, se le ilumina ese rostro apacible y sereno que tiene, cuando habla del mandato evangélico de quererse por encima de todo. En cuanto puede, venga o no venga a cuento, el obispo y prelado del Opus Dei, acaba siempre arrimando el ascua a su sardina: la familia, como escuela del evangelio y comunión de amor. Monseñor Echevarría es uno de esos pastores que habla con sencillez, con convicción. Que alienta, caldea corazones y logra transmitir ilusión a los que le escuchan. Un hombre que se mueve en la dinámica de la esperanza. Capaz de mostrar con palabras de carne la fecundidad de lo cotidiano; de lo más cercano, para llegar a Dios y compartir su misericordia. Y así lo ha vuelto a hacer en Valdebebas, ante una inmensa muchedumbre de mujeres y hombres, al convertir la misa de acción de gracias por la beatificación del sucesor de San Josemaría, en homenaje a la familia, desde la fe como fidelidad definitiva de la vida.
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