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Conflictos religiosos

Irak: de 1.600.000 a 300.000 cristianos

Irak: de 1.600.000 a 300.000 cristianos
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Irak es la antigua región de Mesopotamia, es la cuna de la civilización gracias al islam y a los musulmanes, y además hoy en día es la cuna del terrorismo islámico. Los cristianos de Irak somos parte fundamental de la población iraquí y una comunidad histórica que se encuentra en la actualidad, en trance de desaparición.

En Irak los cristianos hemos vivido la persecución y la desigualdad religiosa, no sólo en estos últimos años. Desde muy joven, tanto en el colegio como en la calle, tanto mis profesores como mis colegas y vecinos, nos tachaban de «nasrani», nazarenos sucios e infieles, término despreciativo con la que se designa a los cristianos en el Corán desde el comienzo del islam en el siglo VII.

Para hablar de los cristianos en Irak, hay que hablar de las antiguas civilizaciones e imperios en Mesopotamia. Allí donde surgió sumeria; la civilización más antigua del mundo 4000 a. C. Luego los Akadios 2500 a. C. El imperio de los asirios en Nínive, el actual Mosul 1500 a. C. Los Caldeos o babilonios, en Babilonia 625 a. C. Los cristianos de Irak somos fruto de las predicaciones de Santo Tomas él apóstol de Jesús, que pasó por Mesopotamia en el siglo I d. C. para luego proseguir con su misión evangelizadora llegando hasta India, donde murió como mártir, dejando allí dos de sus discípulos, Adai y Mari, para predicar el cristianismo en toda Mesopotamia. Por lo tanto, los cristianos de Irak somos los originales del país, somos descendientes de los antiguos imperios mesopotámicos; los asirios y los caldeos.

Los cristianos estábamos antes que los musulmanes en Irak, son invasores. La presencia árabe (islámica) en Mesopotamia empezó en el año 638 cuando el califa Omar conquistó Irak en el año 637, Siria en el 638, Palestina en el 640, Egipto en el 641 y Persia, el actual Irán, en el 642 y se extendió el islam en toda Mesopotamia y el norte de África, obligando a la gente a convertirse al islam.

Desde el nacimiento del Califato islámico en julio de este año, el mundo ha podido contemplar la barbaridad del islam. La persecución y el genocidio de los cristianos en Irak aumentó muchísimo. El Califato islámico es el fruto de las últimas revueltas y protestas en el «mundo árabe», comenzadas en enero 2011, es la cara verdadera del islam.

En agosto de 2014, el Califato islámico conquistó la ciudad de Mosul y los pueblos cristianos de alrededor, Teleaquef; Qaraqosh, Bartele, Keremles, Alqosh, étc., cortando el cuello a los hombres, explotando sexualmente a las mujeres, esclavizando a niños y vendiéndolos en los países del Golfo. Los combatientes islámicos marcaban la letra N, nasrani-nazareno, en las fachadas de las casas y lugares de culto cristianos, además de una advertencia: «Propiedad del Estado Islámico».

Los sobrevivientes tuvieron que abandonar sus casas, sus bienes y escapar a la zona Kurda, alojándose en las iglesias y tiendas de campaña pasando frio, hambre y sed. Actualmente, en Irak los cristianos están viviendo en un gran peligro, quien quiera salvar su vida tiene que pagar un tributo mensual para los musulmanes; por eso la mayoría de los cristianos está escapando, buscando una nueva vida en el Occidente. No quedan muchos cristianos en Irak, apenas 300.000 cristianos, antes eran casi 1.600.000, que están pidiendo auxilio porque no saben qué futuro les espera. Gracias al trabajo de los sacerdotes y los obispos allí, los cristianos están manteniendo la fe y la unión. En estos días tan entrañables, que los cristianos en Occidente estamos celebrando el nacimiento de Jesucristo y el año nuevo, es habitual que los musulmanes cometan algún atentado en una iglesia o un barrio cristiano.

En el mundo occidental, tradicionalmente cristiano, donde los musulmanes viven en minoría, gozan de todos los derechos tanto sociales como religiosos. Tienen toda la libertad de celebrar sus pascuas como Ramadán, construir escuelas coránicas, mezquitas y rezar en ellas las cinco veces al día, incluso tienen partidos políticos y representantes en los ayuntamientos. Del mismo modo, los musulmanes en Irak deben respetar las minorías cristianas, que viven con ellos, que nosotros no somos emigrantes, somos los originales del país. El islam y los musulmanes no entienden el significado de la libertad religiosa ni de fronteras políticas, va contra su religión.

En Irak los chiíes y los suníes están enfrentados entre sí y no están de acuerdo en muchas cosas, pero los dos tienen en común el odio y la persecución a los cristianos, con el objetivo de vaciar Irak de sus ciudadanos originales, los cristianos. Egoístamente yo no quiero que mis hermanos cristianos de Irak salgan del país, porque no quiero perder mis raíces, mi cultura, mi lengua materna, el arameo, mis costumbres y nuestra historia que tiene más de 2.000 años.

Como cristianos, todos debemos apoyar y ayudar a conservar la historia, cultura y la entidad del pueblo de Cristo en Irak. Es muy necesario rezar, pero también hay que actuar, pedir a las potencias mundiales, a proteger nuestros hermanos cristianos en Irak, inocentes cuya única culpa es profesar otra religión que no es el islam y haber nacido en un país dirigido por radicales islámicos. Mi pueblo cristiano en Irak nos necesita.

Doctor en Filología árabe, estudios árabes islámicos y ciencias religiosas