José Rodríguez Carballo: «Francisco está escribiendo con los gestos su gran encíclica»

CIUDAD DEL VATICANO- El español José Rodríguez Carballo es el «número dos» del «ministerio» vaticano que se encarga de la vida religiosa. Antes de convertirse en el primer nombramiento de la Curia romana del Papa Francisco, fue ministro general de los Frailes Menores (franciscanos),y presidente de la Unión de Superiores Generales.

–¿Supone una responsabilidad especial haber sido el primer nombramiento curial de Francisco?

–Ciertamente que es una responsabilidad, no sólo por haber sido el primer nombramiento del Papa Francisco, sino también por lo que supone ser colaborador del Santo Padre en una Congregación tan importante como es la de la Vida Consagrada. Hay que tener presente que los religiosos somos más de 1.500.000 en todo el mundo. Ello supone una riqueza impresionante para la Iglesia y la sociedad. Como ya dijo el Santo Padre, ¿qué sería de muchas iglesias locales sin la vida consagrada? Sobre todo en las fronteras sociales y eclesiales la presencia de la vida consagrada es de capital importancia. Animar la vida consagrada en el camino de fidelidad creativa en la que está comprometida seriamente es por tanto una gran responsabilidad que yo quiero asumir mucha seriedad, pero es, sobretodo, una gracia que agradezco todos los días al Señor.

–¿Como franciscano, cómo vivió la elección del nombre por parte del nuevo Papa?

–Viví la elección del nombre de Francisco por parte del cardenal Bergoglio con una gran alegría. Confieso que alguna vez había soñado que un Papa se llamase Francisco, pero cuando lo escuché me parecía increíble. Casi me saltaron las lágrimas de la emoción. Pienso que haber elegido el nombre de Francisco por parte del Papa ha sido un gran acierto, como pienso también que no ha sido sólo la elección de un nombre querido y admirado por todos, por ser el nombre de un santo amado por creyentes y no creyentes. Con ello ha mostrado cuál será el estilo de llevar adelante el ministerio petrino. Ese estilo tiene mucho que ver con la forma de vida que vivió y trasmitió Francisco de Asís: sencillez, pobreza, servicio, cercanía a la gente, particularmente a los pobres...

–¿Son los gestos del Papa sus mejores herramientas de evangelización?

–Sí, el Papa Francisco llega al corazón de la gente son sus palabras, comprensibles para todos, pero especialmente con sus gestos. Verlo cómo abraza a los enfermos, cómo besa a los niños y cómo se para a hablar con la gente es toda una predicación. Yo creo que con esos gestos Francisco está escribiendo su gran encíclica, y nos está diciendo cómo debemos comportarnos los seguidores de Jesús, especialmente los pastores. ¡Ojalá sepamos leer esa «encíclica» y sepamos comentarla con nuestra vida! Sería un momento primaveral para la Iglesia.

–¿Cómo serán los cambios que se avecinan?

–Creo que es prematuro decirlo, pero de lo que sí estamos convencidos muchos es de que habrá cambios en el estilo de trabajar en la Curia. Esto, además de cambios de personal que son necesarios. En todo ello el Papa se dejará aconsejar por el grupo de cardenales que nombró y que estarán a su lado en todo este camino de reforma curial, pero partirá también del sentido pastoral y práctico que lo caracterizan. Es una persona con mucha experiencia de gobierno y muy cercano a la realidad. «Huele a oveja» y esto se va a notar en las reformas que se propone llevar a cabo.

–¿Cómo es el Papa en las distancias cortas?

–Por lo que yo puedo decir, es una persona muy sencilla, espontánea, humanamente muy rica, con un sano humor. Es una persona que escucha atentamente y que sabe a dónde ir. Es un hombre de Dios, una persona con gran sentido de resposabilidad y de decisión. Por todo ello estoy convencido que su elección ha sido un gran regalo del Espíritu a la Iglesia y al mundo de hoy.

–¿Se sienten reforzados los consagrados por tener un Papa que pertenece a la Vida Religiosa?

–Los consagrados nos sentimos muy contentos por tener como Papa a una persona que conoce nuestra vida y la ama profundamente, pues es su misma vida. Nos sentimos confortados en nuestro camino de renovación y de esencialidad, pues él nos anima a todo ello.

Dos meses pastoreando a los religiosos

Rodríguez Carballo (Lodoselo, Orense, 1953) lleva ya dos meses como secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, el dicasterio vaticano que se encarga de la vida religiosa. Querido y respetado por los consagrados, hace un balance positivo de este nuevo periodo. «Estos dos meses me han confirmado en una profunda convicción: en la vida consagrada hay mucha vida y mucha santidad», defiende, si bien reconoce que «a veces sólo afloran la mediocridad y los problemas. Pero todo ello, aun cuando forma parte de la vida consagrada, no por ello es toda la vida consagrada ni mucho menos. Estos dos meses los he vivido como una gracia para mi vocación franciscana y religiosa».