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La guía para sacerdotes con hijos que ya se conocía

El Vaticano reconoce su existencia. Es un protocolo interno, por lo que nunca se ha hecho público. En él se pide al cura que abandone su estado clerical y se dedique solo al menor

A raíz de un artículo publicado en «The New York Times», el Vaticano ha confirmado su existencia / Foto: Dreamstime
A raíz de un artículo publicado en «The New York Times», el Vaticano ha confirmado su existencia / Foto: Dreamstimelarazon

El Vaticano reconoce su existencia. Es un protocolo interno, por lo que nunca se ha hecho público. En él se pide al cura que abandone su estado clerical y se dedique solo al menor.

El Vaticano cuenta con un documento interno en el que queda dibujada una hoja de ruta para sacerdotes que han tenido hijos. Así lo confirmó el portavoz vaticano, Alessandro Gisotti, en un reportaje publicado ayer por el diario «The New York Times». En estas declaraciones, referidas también por Gisotti a este periódico, señala que el texto «pide que el sacerdote solicite la dispensa de sus obligaciones del estado clerical y que, como laico, asuma sus responsabilidades de padre dedicándose exclusivamente al hijo». Se trata de una serie de preceptos que durante años ha elaborado la Congregación de la Doctrina de la Fe y que «no están destinados a su publicación». Aunque ha causado un gran revuelo, esta guía es un protocolo interno por lo que es inaccesible para el gran público. Estas recomendaciones vienen a ocupar un vacío legislativo, ya que el Derecho Canónico no contempla como delito que un religioso pueda haber tenido un hijo. El sacerdote se debe a su voto de castidad, recogida en el celibato, pero su incumplimiento es únicamente un pecado. Así, es el obispo diocesano quien tiene la capacidad para hacer dimitir al sacerdote de su estado clerical o éste mismo el que puede solicitarlo, pero no hay un mecanismo automático. Y sólo a través de este texto, el Vaticano tiene una vía para instar a los religiosos en estas circunstancias a que dejen de formar parte del clero. Según el portavoz vaticano, «el principio fundamental es la tutela del menor».

El protagonista del reportaje del «The New York Times», Vicent Doyle, un psicoterapeuta que descubrió hace años ser hijo de un sacerdote, asegura que este tema se convertirá en «el próximo escándalo» en la Iglesia. No existe un cálculo de vástagos de religiosos, pero asegura que su organización, llamada Coping International, que se ocupa de estos casos, cuenta con 50.000 usuarios en 175 países. Recientemente la revista femenina del «Osservatore Romano» denunció las violaciones a monjas, alertando de que en muchos casos estos provocan embarazos no deseados. Hace escasas dos semanas, los abusos sexuales a mujeres consagradas se convirtió en otro escándalo que podría sacudir a la Iglesia.

El modo de actuar ante sacerdotes que han sido padres surge en vísperas de la histórica cumbre sobre pederastia que se celebrará en el Vaticano desde este jueves hasta el próximo domingo. Aunque antes de comenzar los trabajos entre los presidentes de las conferencias episcopales y otros miembros del clero, un grupo de víctimas se encontrarán con los miembros del comité organizador, nombrados por el Vaticano. Uno de ellos, Phil Saviano, superviviente de los casos de pederastia en Boston que quedaron reflejados en la película «Spotlight», aseguró ayer en ante periodistas que él acudirá a la cita para «conocer cómo son los culpables y cómo afrontarán la reparación de quienes han sufrido abusos».