La Iglesia española, ante el examen de Francisco

Es un examen. Pero más que reválida, tiene tintes médicos. Diagnóstico de la Iglesia española bajo la mirada de la Santa Sede para conocer constipado y gripes de la acción pastoral; también el buen estado de salud de otras iniciativas llevadas a cabo por los católicos. Con este objetivo llegan los 83 obispos españoles que hoy comienzan su visita «ad limina apostolorum» –«a los umbrales de los apóstoles»– en la Santa Sede, la primera con Francisco. Aunque lo habitual es que se lleven a cabo cada cinco años, el Episcopado español lleva sin reunirse con un Papa desde 2005, cuando no se pudo completar el encuentro de todos los prelados con Juan Pablo II debido a su frágil salud. Tampoco se incluyó en la agenda de Benedicto XVI, si bien el Papa alemán pudo empaparse de la realidad de la Iglesia de nuestro país en los tres viajes durante su pontificado. Francisco se reunirá con los prelados en diferentes grupos para mantener un diálogo directo entre hoy y el 8 de marzo. Los obispos de Burgos, Bilbao, Navarra, Palencia, Soria y Vitoria serán los primeros en conversar con el Santo Padre, aunque también se reunirán con los responsables de los diferentes «ministerios» vaticanos. A las diez y media de la mañana, en la Biblioteca del Palacio Apostólico, arrancarán estas mesas de trabajo que duran una media de dos horas diarias. Será justo en la mitad de estos encuentros, el próximo lunes 3 de marzo, cuando se den cita todos los prelados con el obispo de Roma en audiencia papal. Allí escucharán de Francisco las principales líneas de acción que espera de la Iglesia de nuestro país. Serán unas palabras éstas y unas reuniones las otras, en las que ambas partes estarán atentos. Y es que, más allá de analizar los retos de la fe en nuestro país –el laicismo creciente y la urgencia de la nueva evangelización, el fenómeno de la inmigración, la impagable labor de la Iglesia ante la crisis, los jóvenes y el relevo vocacional, la defensa de la vida, la unidad de España...–, esta visita tiene lugar cuando apenas quedan unas semanas para que se celebren las elecciones de la Conferencia Episcopal Española –del 11 al 14 de marzo–, de donde saldrá un nuevo presidente del Episcopado que tomará el relevo del cardenal Antonio María Rouco Varela, que no puede ser reelegido para el cargo. De la misma manera, Francisco podrá conocer de primera mano a los posibles candidatos para suceder precisamente a Rouco Varela como arzobispo de Madrid y a Martínez Sistach al frente de la archidiócesis de Barcelona, pues ambos purpurados ya cumplieron 75 años en 2011 y 2012 respectivamente, la edad marcada para presentar la renuncia como pastor de una diócesis. Dos plazas claves en nuestro país para las que Roma busca nombres.