Las cuentas vaticanas, transparentes

La Autoridad de Información Financiera (AIF), el organismo con que cuenta el Vaticano para el control interno de sus cuentas, es el responsable de velar en la Santa Sede y en el Estado Vaticano en materia de supervisión e información financiera para prevenir e impedir el lavado de dinero. La AIF descubrió un total de 202 transacciones sospechosas realizadas por organismos pertenecientes a la Santa Sede durante el año 2013. El año anterior, sólo hubo seis casos. Según explicó ayer el director del AIF, René Brülhart, al presentar el informe anual de actividades, sólo 5 de las operaciones denunciadas pasaron posteriormente a la Fiscalía del Vaticano. El Servicio Vaticano de Información considera que este aumento se debe «tanto al desarrollo de un marco jurídico adecuado, como a una mejora sustancial en el rendimiento operativo de las entidades sujetas a la supervisión de la AIF, con miras a la prevención de la delincuencia financiera».

La multiplicación de denuncias sobre transacciones poco claras se explica por la mayor capacidad que tiene ahora la Santa Sede para implementar la máxima transparencia en todas sus actividades económicas. «El año pasado hubo un reforzamiento significativo de los instrumentos legales e institucionales de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano para la lucha eficaz contra los crímenes en el campo financiero, una mayor colaboración internacional entre los organismos de la Santa Sede y sus homólogos extranjeros y un mejor control de las potenciales irregularidades financieras», aseguró la Autoridad de Información Financiera. También se ha registrado un aumento en el número de peticiones de información presentadas por este organismo vaticano a autoridades extranjeras de control financiero: en 2012 sólo hubo una, mientras que la cifra ascendió hasta 28 en el año pasado. Crecieron, igualmente, las solicitudes llegadas a la AIF de entes de control de otros países. Pasaron de 3 en 2012 a 53 en 2013. Según Brülhart, el motivo del aumento viene de los cinco acuerdos bilaterales puestos en marcha el año pasado entre el Vaticano y varias naciones: Alemania, Italia, Holanda, Eslovenia y Estados Unidos. Entre las actividades del AIF, resulta primordial el control interno que lleva a cabo sobre el Instituto para las Obras de Religión (IOR, la banca vaticana). Brülhart consideró que durante 2013 se realizaron «progresos sustanciales» en este organismo. Éstos llevaron a que el Papa Francisco aumentara su confianza en el IOR, pasando de plantearse su cierre a garantizar su continuidad.

Procedimientos

El Pontífice aumentó las competencias de la AIF a finales de año para que pudiera así mejorar su control sobre el IOR, que en el primer trimestre del año fue sometido a una inspección in situ para verificar la aplicación de las medidas establecidas para prevenir e impedir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. Como consecuencia, la Santa Sede ha formulado un plan de acción para cumplir la ley e implementar mejoras organizativas y de procedimientos. René Brülhart considera que están en el «buen camino» después de esta primera autoría.