Iglesia Católica

Los 323 puntos de Francisco sobre la familia

El próximo sábado firmará la exhortación del Sínodo, como ha podido saber LA RAZÓN. El Papa tiene claro que no se irá hasta que sus reformas sean irreversibles

El Papa saludó a todos los peregrinos que llegaron ayer de varios puntos del mundo a la Plaza de San Pedro
El Papa saludó a todos los peregrinos que llegaron ayer de varios puntos del mundo a la Plaza de San Pedrolarazon

El próximo sábado firmará la exhortación del Sínodo, como ha podido saber LA RAZÓN. El Papa tiene claro que no se irá hasta que sus reformas sean irreversibles

Tal día como hoy hace tres años, un desconocido Jorge Mario Bergoglio se convertía en el primer Papa americano de la historia de la Iglesia. Ya entonces se veían venir aires nuevos a la vez que difíciles para un Pontificado que está resultando distinto en sus formas y que rompe esquemas día tras día. Sin embargo, Francisco todavía no ha terminado el trabajo. Las reformas emprendidas no han hecho más que empezar su andadura y aún queda por conocer la eficacia de las mismas, así como poner en marcha otras muchas en relación con la reducción de la curia, la transparencia económica y la lucha contra la pederastia en el clero.

Por eso mismo, Francisco, que en varias entrevistas ha dejado abierta la posibilidad de renunciar como lo hizo su predecesor Benedicto XVI, no se plantea hacerlo hasta que los cambios que está ejecutando sean irreversibles, allá por 2020, según ha comentado él mismo en alguna ocasión a su círculo más íntimo. Ese sería el tiempo necesario para testar los cambios y comprobar los resultados, como ha podido saber LA RAZÓN.

Hace justo un año, el Papa concedió una entrevista a Televisa en la que dio algunas pistas de su posible renuncia. «Tengo la sensación de que mi Pontificado va a ser breve. Cuatro o cinco años. No sé, o dos, tres. Bueno, dos ya pasaron. Es como una sensación un poco vaga». Al ser preguntado sobre si seguiría el ejemplo de Benedicto XVI, el Papa Francisco afirmó que «hace setenta años no existían los obispos eméritos y hoy tenemos 1.400. O sea, se llegó a la idea de que un hombre después de los 75, alrededor de esa edad, no puede llevar el peso de una Iglesia particular. En general. Creo que lo que hizo Benedicto con mucha valentía fue abrir la puerta de los papas eméritos». «A Benedicto no hay que considerarlo como una excepción, sino como una institución. Por ahí sea el único en mucho tiempo, por ahí no sea el único. Pero es una puerta abierta institucional. Hoy día el Papa emérito no es una cosa rara, sino que se abrió la puerta que pueda existir esto».

Bergoglio aún fue más allá e incluso habló sobre la posibilidad de establecer la edad de renuncia para los obispos y el Papa en 80 años. «Se puede, pero a mí eso no me gusta mucho, ponerle edad. Porque creo que el Papado tiene algo de última instancia. Es una gracia especial. Para algunos teólogos el Papado es un Sacramento. Yo no creo eso, pero vamos. Quiere decir que hay algo especial. Entonces, decir éste está hasta los 80 crea una sensación de fin».

Lo que nadie le puede negar ni quitar es que a lo largo de estos tres años el que fuera Arzobispo de Buenos Aires ha protagonizado 124 audiencias generales, además de 382 misas matutinas en la Casa Santa Marta y 12 viajes al exterior (y 11 dentro de Italia). Y a pesar de todo el camino recorrido, Francisco deberá hacer frente en los próximos meses al escándalo del Vatileaks, la publicación de la exhortación postsinodal sobre la familia y los viajes que realizará a Polonia y Suecia, entre otros destinos. El primero de ellos, el juicio por los documentos robados sobre las finanzas del Vaticano que han dado lugar a la publicación de dos libros se retomó ayer después de casi tres meses de parón. En las próximas semanas se conocerán la sentencia contra los autores de las obras y los principales acusados de filtrar la información: el monseñor español Lucio Vallejo Balda y la italiana Francesca Chaouqui.

Por su parte, la exhortación postsinodal que recogerá las conclusiones de los dos sínodos sobre la familia convocados por Francisco en 2014 y 2015 será sin duda el documento más esperado del año y de los más importantes de su Pontificado.

Según ha podido saber este diario de fuentes vaticanas, el documento es uno de los más largos elaborados por Francisco hasta la fecha. Consta de unos 323 puntos y será firmado por el Pontífice el próximo sábado 19 de marzo, Festividad de San José, a quien Bergoglio tiene gran devoción, y se hará pública en Pascua.

La figura del Papa ha ido creciendo en importancia e influencia conforme se hacían notorios sus logros. Aquel 13 de marzo de 2013 en que fue elegido, un tímido Francisco dijo: «Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscar casi al fin del mundo, pero aquí estamos». Así dejó claro desde el principio la importancia que para él tenía la figura de San Francisco de Asís, el amigo de los pobres y desamparados.

Poco después se conoció que había rechazado residir en el apartamento pontificio del Palacio Apostólico y quiso permanecer en la residencia de Santa Marta, acompañado de otros trabajadores de la Santa Sede y de cardenales, obispos y sacerdotes que se hospedan en ella cuando recalan en Roma. En 2013 fue elegido «Personaje del año» por la revista norteamericana «Time» gracias a la revolución que estaba llevando a cabo en el cambio de las estructuras vaticanas y por el uso de un lenguaje que entienden los no católicos y los que un día formaron parte de la Iglesia, pero luego la abandonaron. Además, en este tiempo el Papa argentino ha querido priorizar la unidad de los cristianos y ha marcado estos tres años de un fuerte sentido ecuménico a través del diálogo interreligioso. Es habitual que denuncie la explotación laboral, la trata de personas, el descarte de los niños, ancianos y jóvenes, víctimas de «modernas formas de esclavitud» fruto de un sistema basado en el «dios dinero» que destruye al hombre.

Uno de sus primeros documentos programáticos fue la exhortación apostólica «Evangelii Gaudium» («La alegría del Evangelio»), a la que calificó como un acercamiento a «la doctrina social de la Iglesia», y que recoge la esencia del cristianismo: el anuncio del Evangelio o del Kerygma, que, según él, hay que predicar en todo momento y ambiente.

En 2015 sorprendió con su encíclica «Laudato Si’» sobre el cuidado de la creación y la promoción de una ecología integral de la persona. Decisivas han sido sus intervenciones en el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, a finales de 2014, así como en el acuerdo de justicia entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En definitiva, Francisco ha jugado un rol destacado en la política internacional que llevaron a que fuera nominado todos los años al Premio Nobel de la Paz.

El broche de oro a estos tres años de Pontificado es el Jubileo de la Misericordia, que junto al del perdón es uno de los temas que más ha abordado en este tiempo y que hasta el próximo noviembre continuará acercando a mucha gente a la Iglesia.

Logros

- Transparencia económica

A su llegada al Vaticano, Francisco encontró problemas importantes en las finanzas vaticanas.

Por eso trazó un plan para dotarlas de mayor transparencia y evitar el mal uso del dinero.

- Lucha contra la pedofilia

Es una de las lacras que afecta a la Iglesia y que Francisco combate con determinación como ya lo hizo Benedicto XVI. Y es que al Santo Padre este problema le preocupa especialmente.

- Contra la corrupción

Pocos como él se han atrevido a sacarles los colores a los políticos, mafiosos e incluso miembros del clero que caen en la corrupción. «Es un mal más grande que el pecado», ha afirmado en alguna ocasión.

- Grandes canonizaciones

Juan Pablo II, Juan XXIII y dentro de poco la Madre Teresa de Calcuta o el Cura Brochero. Grandes figuras que son proclamadas santas con el entusiasmo de Francisco.

- Cristianos perseguidos

Una de sus prioridades es denunciar la persecución de los cristianos en el mundo y pedir a los políticos que trabajen para detenerla.Denuncia el «silencio vergonzoso» que existe.