Colonia

Los obispos alemanes autorizan la píldora del día después para violaciones

Los hospitales católicos garantizarán el cuidado médico y emocional a las víctimas

El presidente del Episcopado alemán, Robert Zollitsch, ayer, ante los medios
El presidente del Episcopado alemán, Robert Zollitsch, ayer, ante los medioslarazon

La Conferencia Episcopal Alemana aprobó ayer la prescripción de la llamada «píldora del día después» en hospitales católicos para mujeres víctimas de violación, tras el escándalo en torno a una joven que no fue atendida en dos clínicas de Colonia tras sufrir abusos sexuales. Así, los prelados alemanes han indicado que los hospitales de la Iglesia deberán asegurar el cuidado médico, psicológico y emocional adecuado para las mujeres que hayan sufrido una violación, incluyendo la administración de píldoras que previenen el embarazo y no inducen el aborto.

«Esto puede incluir medicación como la píldora del día después siempre que ésta tenga un efecto profiláctico y no abortivo», precisó el presidente del Episcopado germano, el arzobispo Robert Zollitsch, quien subrayó que no se pueden usar «los métodos médicos y farmacéuticos que inducen la muerte de un embrión».

En cuanto a la actuación de los hospitales mencionados, el cardenal de Colonia, Joachim Meisner, criticó el tratamiento que dieron a las mujeres y ha apuntado que les «avergüenza profundamente» su comportamiento porque «contradice su misión cristiana».

Precisamente con su decisión, los obispos siguen la iniciativa de Meissner, quien, tras el reciente escándalo, autorizó el uso de la píldora del día después, aunque con restricciones, a los hospitales católicos de sus diócesis. El cardenal de Colonia asegura que tomó su decisión tras consultar con el Vaticano.

En Alemania se venden desde hace varios años dos preparados de píldora del día después –que no deben confundirse con las píldoras abortivas–, cuya función principal es reprimir la ovulación en la mujer y que deben administrarse en las primeras 72 horas después del acto sexual.

Una decisión tomada por unanimidad

En varias ocasiones, los obispos que ayer participaron en la reunión –celebrada durante tres días en la localidad alemana de Tréveris– en la que se tomó la decisión por unanimidad sobre la píldora del día después insistieron en que sólo se justifica su uso en una situación extrema como en una violación. «Esta nueva postura de los obispos alemanes se encuentra en plena continuidad con las enseñanzas de la Iglesia, y especifica la mejor manera de aplicar las nuevas tecnologías farmacéuticas», subraya Robert Gahl, profesor de Teología Moral de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz de Roma.