Recetas
Monjas de clausura abogan en Segovia por la cocina sana y franciscana
Confiesan que no se han acostumbrado a los focos ni a la fama pero se han convertido en las monjas cocineras más populares de España, también muy seguidas en Iberoamérica merced a la televisión y a sus recetas sanas y de bajo coste, muy franciscanas.
Sor Liliana y sor Beatriz, ayudadas en esta ocasión por sor Consuelo, que aporta su sabiduría en la elaboración de ensaladas, acaban de sacar su segundo libro, "Bendito paladar"(BuenasLetras), que recoge más de 160 recetas elaboradas en dos temporadas de un programa de 13TV.
Las monjas Concepcionistas Franciscanas de Segovia, de clausura, están dedicadas a la contemplación y a la oración, desde que se levantan, a las seis de la mañana, de ahí que esto de la popularidad lo consideren como un paréntesis en sus vidas, que no les interesa demasiado.
Sor Liliana, colombiana, de 27 años, que llegó al convento hace 12 años, ya trabajó en otro proyecto editorial y televisivo, "Delicias celestiales", sólo de postres, junto con sor Beatriz, de 83 años, que hoy no ha podido asistir a la presentación del libro por encontrarse indispuesta.
La más joven de la orden en Segovia habla de la publicación, con 156 páginas, en las que se incluyen, además de dulces, platos salados, pescados, carnes, frutas, postres y, por supuesto, las ensaladas de sor Consuelo, leonesa, de 82 años, que ingresó en el convento a los 17.
Sor Liliana y sor Consuelo, poco antes de la presentación a los periodistas reconocen en una entrevista con Efe que no les gusta ponerse delante de micrófonos y objetivos, pero, con desparpajo, aclaran: "Nos hacemos a ello".
Nueva en lo de aparecer en público, sor Consuelo se centra en sus recetas: "En las ensaladas no hay truco, lechuguita con un poco de escabeche y otro poco de pimiento, tomate y bastante vinagre, soy muy amiga de vinagre...", matiza
Todo sea por el convento, solo con nueve religiosas, y por obtener recursos para su mantenimiento en una época difícil que también van sorteando vendiendo postres en la portería y elaborando encargos de comida para llevar.
La clave del éxito de sus recetas es que son muy sencillas de elaborar y baratas, porque, asegura sor Liliana, "hay que enseñar a la gente a que coma sano".
Y recordando recetas de platos, de las que han ido llevando las religiosas de la orden, también dan una vuelta al menú del convento, que siempre necesita estar al día en lo que se refiere a restauración.
Hoy se cumplen 112 años desde que se abrió su convento, en el que fuera el palacio renacentista del Conde de los Villares, aunque estas monjas llevan en Segovia desde 1601, con la costumbre de regalar dulces a quienes les daban limosna.
Recetas hay para rato, todas de cocina española, aportadas a lo largo de los años por las monjas, llegadas desde diversas autonomías, porque, como recuerda sor Liliana, cuando entró no sabía ni hacer un arroz, que es lo que comen en Colombia.
Pero el panorama no es nada halagüeño para continuar con la promoción de la gastronomía, monjas mayores y escasas vocaciones, lo que lleva a estas religiosas a asegurar que no volverán a televisión, aunque no descartan sacar algún libro más.
Estas hermanas ponen mucha alegría y amor, y trabajan "sin lujos, como hijas de San francisco, con el voto de pobreza", desde que suena la campana, a la que llaman la voz de Dios.
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