Santoral
¿Qué santo se celebra hoy, 13 de agosto? Esto es lo que debes saber del santoral de la Iglesia Católica
Hoy se conmemora la figura de San Hipólito de Roma, que destacó por su erudición, siendo el primer teólogo cristiano conocido por escribir en latín
El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.
¿Qué santos se celebran hoy martes 13 de agosto?
- San Ponciano: Papa y mártir, que fue deportado a Cerdeña y murió en el año 235. Su pontificado fue breve pero significativo por su firme defensa de la fe cristiana.
- San Casiano de Imola: Mártir del siglo IV, era un maestro de escuela que fue torturado y asesinado por sus propios estudiantes por negarse a renunciar a su fe cristiana.
- Beato Marco de Aviano: Sacerdote capuchino italiano del siglo XVII, fue conocido por su papel como consejero espiritual y por su predicación en Europa durante la guerra contra los otomanos.
San Hipólito de Roma
Vida y Pontificado
San Hipólito de Roma nació probablemente a fines del siglo II y fue un importante teólogo y sacerdote en la Iglesia primitiva. Se destacó por su erudición, siendo el primer teólogo cristiano conocido por escribir en latín. Hipólito fue un ferviente defensor de la ortodoxia cristiana, pero sus desacuerdos con la Iglesia de Roma lo llevaron a un conflicto significativo. Criticó abiertamente al Papa Calixto I, acusándolo de ser demasiado indulgente con los pecadores y de no adherirse a la disciplina eclesiástica. Esto llevó a una ruptura, y Hipólito fue elegido como antipapa, convirtiéndose en el primer antipapa de la historia, es decir, un rival al Papa legítimo que se autoproclamó líder de la Iglesia. Sin embargo, su tiempo como antipapa estuvo marcado por tensiones y divisiones en la Iglesia.
Exilio y Muerte
Durante el pontificado del emperador Maximino el Tracio, tanto Hipólito como el Papa legítimo, Ponciano, fueron arrestados en el año 235 debido a las persecuciones contra los cristianos. Ambos fueron deportados a las minas de Cerdeña, un lugar de destierro conocido por sus duras condiciones. En el exilio, Hipólito y Ponciano reconciliaron sus diferencias, y Hipólito renunció a su pretensión al papado, uniéndose a la Iglesia en unidad. Las difíciles condiciones en Cerdeña debilitaron gravemente a ambos, y poco después, Hipólito murió como mártir. Su cuerpo fue llevado de regreso a Roma y enterrado con honores como un verdadero defensor de la fe.
Canonización y Legado
San Hipólito fue canonizado por la Iglesia Católica, y su festividad se celebra el 13 de agosto, el mismo día que la de San Ponciano. Su legado es complejo; aunque su historia incluye un período de cisma como antipapa, es recordado por sus contribuciones teológicas y su eventual reconciliación con la Iglesia. Entre sus obras más influyentes se encuentra el "Refutación de todas las herejías" y una de las primeras versiones de la "Tradición Apostólica", que influyó en la liturgia y en la disciplina eclesiástica. Su vida y escritos han dejado un impacto duradero en la historia del cristianismo, siendo un ejemplo de cómo la unidad y la reconciliación pueden triunfar sobre el conflicto.
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