Santoral

¿Qué santo se celebra hoy, 14 de febrero? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

Hoy destacamos a San Benigno de Todi, una de las innumerables víctimas de la última persecución romana

El santoral puede ser un recurso valioso para profundizar en la historia de la Iglesia y el cristianismo
El santoral puede ser un recurso valioso para profundizar en la historia de la Iglesia y el cristianismoAnalogicusPixabay

El santoral católico es un compendio que agrupa los nombres de los santos y beatos que la Iglesia Católica celebra oficialmente en días específicos a lo largo del año. Este puede ser un recurso valioso para profundizar en la historia de la Iglesia y el cristianismo, y para encontrar inspiración en la vida y enseñanzas de los santos. Al conectar con estas figuras históricas, los fieles pueden hallar guía y fortaleza para sus propias vidas, a la vez que honran el legado de estos individuos ejemplares.

Hoy, 13 de febrero, el santoral conmemora a varios santos y santas que han marcado la historia de la cristiandad. Incluyen a San Cástor de Aquitania, San Esteban de Lyon, San Esteban de Rieti, San Fulcrán, San Gilberto de Meaux, San Gosberto, San Guimera, San Martiniano, San Pablo Le-Van-Loc, San Pablo Liu Hanzou, Beata Cristina Camozzi, Beata Eustoquia Bellini y Beato Jordán de Sajonia. De todos ellos, hoy destacamos a San Benigno de Todi, quien forma parte de la multitud innumerable de víctimas de la última persecución anticristiana al comienzo del siglo IV.

¿Quién fue San Benigno de Todi?

San Benigno de Todi fue un presbítero y mártir cristiano muy respetado, conocido por su apoyo a los prisioneros y a las personas más vulnerables de la sociedad. Nacido en la ciudad de Todes, un importante centro de evangelización en Hungría en el siglo III, San Benigno era un predicador apasionado de la fe cristiana. Su sinceridad y devoción fueron reconocidas por el obispo Ponciano, quien lo ordenó como presbítero.

Cuando los emperadores Maximiano y Diocleciano comenzaron a perseguir a los cristianos, San Benigno no dudó en prestar su apoyo a los confesores de la fe que habían sido injustamente encarcelados. Visitaba a los más vulnerables, ofreciéndoles consuelo y compañía, y siempre buscaba formas de ayudar a los que estaban siendo torturados.

San Benigno, lleno del Espíritu Santo, redobló sus esfuerzos evangelizadores, logrando que muchos paganos abrazaran la fe cristiana y abandonaran la adoración a los ídolos. Su exitoso trabajo de conversión y su desafío abierto a las persecuciones, sin embargo, lo llevaron a ser capturado y se le forzó a renunciar a su fe. Pero él se mantuvo firme y, a pesar de ser torturado, se mantuvo leal a su amor por Dios, muriendo como mártir el 13 de febrero del año 303.

En un incidente posterior, un monje intentó robar la cabeza de San Benigno, que se guardaba en un relicario de plata en el monasterio benedictino de "De las Milicias". Sin embargo, su intento de fuga fracasó y la reliquia del santo se conservó. Hoy en día, San Benigno es venerado por miles de devotos en todo el mundo, que valoran su bondad y rectitud.