Santoral
¿Qué santo se celebra hoy, 23 de junio? Esto es lo que debes saber del santoral de la Iglesia Católica
Hoy los cristianos recuerdan la vida de San José Cafasso padre espiritual de San Juan Bosco y de la Santa Ediltrudis de Eli
El santoral católico es una lista que recoge los nombres de los santos y beatos reconocidos oficialmente por la Iglesia Católica y los asigna a una fecha específica en el calendario. En total, el santoral incluye alrededor de 7.000 personajes insignes. Los santos son hombres y mujeres que han dejado una huella en la historia del cristianismo, destacándose por su sacrificio y su vínculo especial con lo espiritual. Los beatos, por otro lado, están en camino hacia la canonización, es decir, en proceso de ser reconocidos como santos.
Estos son los santos que se celebran hoy domingo 23
San José Cafasso: el sacerdote que susurraba al oído de los condenados a muerte
En la historia de la Iglesia Católica, la figura de San José Cafasso no ostenta la notoriedad de un gran fundador de órdenes religiosas o la espectacularidad de un mártir. Sin embargo, su labor silenciosa y heroica como sacerdote lo ha convertido en un santo venerado por su entrega a los más desfavorecidos, en especial, a los condenados a muerte.
Un origen humilde y una vocación de servicio
Nacido en Castelnuovo d'Asti, Piamonte, en 1811, José Cafasso provenía de una familia campesina. Su vocación religiosa se manifestó desde temprana edad, y en 1833 fue ordenado sacerdote en la ciudad de Turín. Allí, dedicó su ministerio al trabajo pastoral en el internado eclesiástico, donde se formaban los futuros sacerdotes.
Padre espiritual de San Juan Bosco
Una de las facetas más conocidas de San José Cafasso es su rol como padre espiritual de San Juan Bosco, fundador de los Salesianos. Cafasso ejerció una gran influencia en el joven Bosco, inspirándole con su dedicación a la educación y su compromiso con los más necesitados.
Apóstol de los condenados a muerte
Sin embargo, el aspecto más destacado de la vida de San José Cafasso fue su incansable labor con los condenados a muerte. En una época donde la pena capital era habitual, Cafasso se dedicó a acompañar espiritualmente a estas personas en sus últimos días. Visitaba las cárceles con regularidad, ofreciendo consuelo, apoyo y el sacramento de la reconciliación.
Más de 60 almas acompañadas hasta el final
Se estima que San José Cafasso acompañó a más de 68 condenados a muerte hasta la horca. Su labor iba más allá de lo religioso; Cafasso se preocupaba por garantizar que recibieran un juicio justo, defendía sus derechos y luchaba para evitar ejecuciones injustas.
Su mayor logro: ni un condenado a muerte sin confesión
Gracias a su dedicación y a su capacidad para conectar con los condenados a muerte, San José Cafasso logró que ninguno de ellos muriera sin confesarse y arrepentirse. Su humanidad y compasión le valieron el apodo de "el sacerdote que susurraba al oído de los condenados a muerte".
Un legado de fe y compasión
San José Cafasso falleció en Turín en 1860. Su legado es el de un sacerdote que supo encarnar la verdadera caridad cristiana, llevando consuelo y esperanza a los marginados de la sociedad. Su vida nos recuerda la importancia de la fe, la compasión y el acompañamiento espiritual en los momentos más difíciles.
Santa Etelreda de Ely: la reina que se convirtió en abadesa y patrona de los agricultores
En la historia de la Inglaterra medieval, la figura de Santa Etelreda de Ely brilla con luz propia como un ejemplo de fe inquebrantable, entrega absoluta y compromiso con Dios. Nacida en la realeza anglosajona, Etelreda desafió las expectativas de su época para convertirse en abadesa y protectora de los más necesitados, dejando un legado que ha inspirado a generaciones de cristianos y agricultores a lo largo de los siglos.
Infancia y juventud en la realeza
Etelreda nació en el seno de la realeza anglosajona alrededor del año 636. Era hija del rey Anna de Anglia Oriental y hermana de otras tres santas:
- Etelburga
- Sexburga
- Withburga
Desde pequeña, recibió una educación esmerada y una formación religiosa sólida, preparándola para un futuro como esposa y madre de un rey.
Dos matrimonios y una profunda conversión
A los 13 años, Etelreda fue prometida en matrimonio a Tondberto, príncipe de Gyrwas. A pesar de su posición social y las expectativas que recaían sobre ella, Etelreda sentía un fuerte llamado a la vida religiosa. Tras convencer a su esposo, ambos decidieron vivir en castidad y dedicarse a la oración.
Viudez y un nuevo matrimonio
Tras la muerte de Tondberto, Etelreda se vio presionada por su familia para contraer un nuevo matrimonio. Aceptó casarse con Ecgfrido, rey de Northumbria, con la condición de que le permitiera mantener su voto de castidad.
Un anhelo de vida religiosa
A pesar de las comodidades y privilegios de la vida en la corte, Etelreda no olvidaba su deseo de consagrarse a Dios. Tras la muerte de su segundo esposo, finalmente pudo cumplir su anhelo. En el año 673, fundó un monasterio doble en la isla de Ely, donde ella y su hermana Sexburga se convirtieron en las primeras abadesas.
Una vida dedicada a la oración y al servicio
En su monasterio, Etelreda se dedicó a la oración, la meditación y el estudio de las escrituras. También se destacó por su caridad y compasión hacia los más necesitados, especialmente los enfermos y los pobres. Su liderazgo y ejemplo inspiraron a muchas mujeres a unirse al monasterio y dedicar su vida a Dios.
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