Santoral

¿Qué santo se celebra hoy, 28 de septiembre? Esto es lo que debes saber del santoral de la Iglesia Católica

Hoy se conmemora la figura de San Wenceslao, recordado como un mártir y un santo que murió por sus principios de paz y fe, y cuya vida y muerte dejaron una huella imborrable en la historia y el espíritu del pueblo checo

Estatua de San Wenceslao en Praga
Estatua de San Wenceslao en Praga istock

El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.

Qué santos se celebran hoy sábado 28 de septiembre

  • San Lorenzo Ruiz y Compañeros - Mártires en Japón.
  • San Simón de Rojas - Sacerdote español de la Orden de la Santísima Trinidad.
  • San Lioba - Abadesa y misionera en Alemania.

San Wenceslao de Bohemia: Vida y Pontificado

San Wenceslao (907-935) nació en Stochov, cerca de Praga, Bohemia (actualmente parte de la República Checa). Fue hijo de Vratislav I, duque de Bohemia, y Drahomira, y nieto de Santa Ludmila, quien influyó profundamente en su educación cristiana. Desde temprana edad, su abuela Ludmila le enseñó las virtudes de la fe y el amor por la justicia, pero las tensiones familiares se intensificaron cuando su madre, Drahomira, de inclinaciones paganas, se enemistó con Ludmila, lo que resultó en el asesinato de su abuela por orden de su nuera.

Wenceslao asumió el gobierno del ducado de Bohemia alrededor del año 922, a los 15 años, después de la muerte de su padre. Gobernó con un espíritu de profunda fe cristiana y fue reconocido por su esfuerzo en promover la religión católica en un territorio todavía en proceso de cristianización. Como gobernante, se dedicó a la construcción de iglesias y fomentó la educación y la justicia social. Asimismo, apoyó el uso del latín y el rito cristiano en la liturgia. Políticamente, intentó mantener una relación de paz con el Sacro Imperio Romano Germánico, lo que generó descontento en su propia corte, especialmente entre la nobleza que veía amenazada su autonomía.

Canonización y Legado

San Wenceslao fue canonizado poco tiempo después de su muerte, alrededor del año 938. Su martirio y la firmeza en sus principios cristianos lo convirtieron en un símbolo de fe y patriotismo para el pueblo checo. En la actualidad, es considerado el santo patrono de la República Checa, y su fiesta se celebra el 28 de septiembre, día de su muerte. La basílica de San Vito en Praga alberga su tumba, y su imagen se encuentra en numerosos monumentos y catedrales en toda la región. El "Himno de San Wenceslao" es uno de los cánticos más antiguos de la cristiandad, venerado en la cultura checa desde hace siglos.

Su legado ha trascendido el ámbito religioso para convertirse en un emblema de la identidad nacional checa. Se le considera un defensor de los débiles y un símbolo de unidad y resistencia frente a la opresión. Durante los siglos, fue invocado como protector en tiempos de guerra y turbulencia. Hasta la actualidad, el Día de San Wenceslao se celebra como una festividad nacional en la República Checa, conocido como el "Día de la Independencia Checa".

Exilio y Muerte

Las tensiones políticas aumentaron cuando Wenceslao tomó la decisión de rendir tributo a Enrique I, rey de Alemania, en un esfuerzo por evitar conflictos militares. Esto fue visto como un acto de sumisión por su hermano menor, Boleslao el Cruel, quien ambicionaba el poder y tenía una postura más nacionalista y guerrera. Boleslao conspiró contra él, y en 935, Wenceslao fue invitado a un banquete en la ciudad de Stará Boleslav con pretextos falsos. Durante la misa de la mañana siguiente, fue emboscado y asesinado por su hermano y varios cómplices en la entrada de la iglesia.

La muerte de San Wenceslao fue interpretada por el pueblo como un martirio. Boleslao intentó consolidar su poder, pero la figura de Wenceslao creció hasta convertirse en un símbolo de justicia, rectitud y sacrificio. El sitio de su asesinato se convirtió en un lugar de peregrinación, y su culto se extendió rápidamente. Boleslao, arrepentido por el asesinato, trasladó más tarde los restos de su hermano a la catedral de Praga, reconociendo la santidad de su vida.

San Wenceslao es recordado como un mártir y un santo que murió por sus principios de paz y fe, y cuya vida y muerte dejaron una huella imborrable en la historia y el espíritu del pueblo checo.