Santoral

¿Qué santo se celebra hoy, 29 de diciembre? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

Hoy se recuerda el sacrificio de Santo Tomás Becket, antiguo Arzobispo de Inglaterra

Vidriera conmemorativa en honor a Santo Thomas Becket
Vidriera conmemorativa en honor a Santo Thomas Becketcommons.wikimedia

El santoral católico es un compendio que reúne los nombres de los santos y beatos que la Iglesia Católica celebra oficialmente en días específicos a lo largo del año. Cada día del calendario litúrgico está asociado con uno o más de estos personajes sagrados, que son conmemorados durante las misas y son objeto de las oraciones de los fieles. Estas celebraciones son mucho más que simples recordatorios. Son momentos de reflexión y conexión con los principios y valores que estos personajes representan.

Esta tradición de celebrar y honrar la vida de los santos tiene sus raíces en los primeros siglos del cristianismo. Durante este periodo, se empezó a venerar a los mártires y otros individuos que se destacaron como ejemplos a seguir debido a la forma en que vivieron y su testimonio de fe. Nos enseñan, a través de sus experiencias, que siempre podemos encontrar la fortaleza para mantenernos fieles a nuestras creencias.

En el santoral de hoy, 29 de diciembre, se conmemora a la vida de un santo cuyo sacrificio dejó su huella en la historia de la cristiandad. Su nombre es Santo Tomás Becket y fue Arzobispo de Inglaterra. Sus desacuerdos con el rey sobre la implementación de leyes que afectaban a la Iglesia Católica le costaron no solo el exilio, sino también la muerte.

¿Quién fue Santo Tomas Becket?

Santo Tomás Becket nació en la ciudad de Londres en el año 1118. Durante sus primeros años, fue educado por monjes en Merton y posteriormente trabajó como empleado de un comerciante, lo que le permitió desarrollar su pasión por los viajes. Un incidente durante una cacería le hizo reflexionar y tomar la vida con mayor seriedad. A los 24 años, decidió seguir un camino diferente y se unió al Arzobispo de Canterbury como asistente. Su dedicación y habilidades excepcionales no pasaron desapercibidas, ganándose la confianza del Arzobispo y convirtiéndose en una figura importante dentro de la Iglesia de Londres.

Santo Tomás Becket era una persona de carácter alegre, conocido por su honestidad y la claridad con la que expresaba sus ideas. Su reputación le valió la confianza del rey Enrique II, quien lo nombró Canciller. En esta posición, trabajó en la creación de leyes que tenían por objeto beneficiar a los más desfavorecidos, manteniendo siempre una sólida relación con el monarca.

En el año 1161, se le presentó la oportunidad de ser Arzobispo de Inglaterra. A pesar de sus previas advertencias de que este cargo podría generar tensiones con el gobierno civil, Santo Tomás Becket aceptó la posición. Esta decisión marcó un cambio significativo en su vida, ya que comenzó a dedicar más tiempo a la oración y al estudio de la teología.

No obstante, su rol como Arzobispo no estuvo exento de dificultades. Becket entró en conflicto con el rey debido a varios asuntos, entre ellos los impuestos a la Iglesia y el nombramiento de cargos eclesiásticos por parte del gobierno. Estos desacuerdos lo llevaron a huir a Francia, donde solicitó al Papa que encontrara a alguien para reemplazarlo. Después de hacer las paces con el rey, Becket regresó a Inglaterra, pero fue asesinado poco tiempo después.

El asesinato de Santo Tomás Becket causó conmoción en toda Europa. El Papa respondió excomulgando al rey Enrique, quien con el tiempo se arrepintió y fue reconciliado con la Iglesia. Tres años después de su muerte, Becket fue canonizado en reconocimiento a su martirio y los numerosos milagros que se reportaron en su sepulcro.